¿Cómo influye el entorno en el desarrollo de una empresa? Te contamos por qué es importante analizarlo

El mercado es un lugar complejo y abstracto en el que las empresas intentan operar con éxito. Para conseguirlo, deben lidiar con factores internos y externos. Dentro de estos últimos se encuentra el entorno, que es un elemento imposible de controlar pero que afecta activamente en la actividad empresarial.

Definir el entorno es complicado, porque está formado por un conjunto de factores sociales, económicos, políticos y laborales que afectan a una empresa de forma directa e indirecta. 

Aunque el entorno es incontrolable y una gran fuente de incertidumbre, es importante que las organizaciones sean capaces de analizarlo y detectar en él tanto las amenazas como las oportunidades.

El entorno cambia de manera constante

Lo primero que se debe tener claro es que el entorno es algo dinámico y variable: en un momento puede tener unas características y luego cambiar a mejor o a peor. Esto se conoce como entorno estable o turbulento.

También se puede distinguir entre entorno general (macroentorno), formado por un conjunto de factores más globales (políticas públicas, situación económica del país, etc.), y entorno específico o microentorno, que está formado por aquellos factores cercanos que influyen de forma directa en el devenir de un negocio (la competencia, los clientes o los proveedores).

¿Cómo influye el entorno en la empresa?

Todos esos factores que conforman el entorno tienen capacidad para influir en la empresa para bien o para mal. Por ejemplo, un cambio en los gustos de los consumidores (microentorno) podría dar lugar a la quiebra del negocio si este no es capaz de adaptar sus productos o servicios a tiempo. Mientras que un cambio en las políticas públicas para incentivar la contratación de jóvenes podría ayudar a las empresas a encontrar talento a un coste más bajo para ellas. 

Lo que ocurre en el entorno afecta al mercado en su conjunto y a las empresas que operan en él. Precisamente por ello, es importante estar al tanto de lo que está ocurriendo más allá de las fronteras de la corporación.

Las empresas deben planificar al detalle su estrategia para poder tomar decisiones y saber qué van a hacer en cada momento. Para ello tienen que conocer qué está pasando en su entorno. 

A la vez, tienen que ser flexibles. Una estrategia no puede ser totalmente rígida. Si el entorno cambia rápidamente y la empresa no es capaz de ajustar su planificación, podría acabar teniendo graves problemas.

Cómo analizar el entorno de una empresa

Al analizar el entorno, lo que se hace es detectar amenazas que puedan ser un riesgo para la supervivencia del negocio. Es crucial reconocerlas con tiempo suficiente como para tomar precauciones y evitar sus consecuencias negativas. También sirve para detectar oportunidades antes de que lo haga la competencia, lo que permite tomar decisiones que ayudan al negocio a seguir avanzando.

Ya has visto que para hacer una buena planificación hay que conocer el entorno en el que se encuentra la empresa, pero ¿cómo se hace? Con el tiempo se han desarrollado diferentes teorías que ayudan en la labor de estudio del entorno, pero la más popular cuando se trata de estudiar el ámbito micro sigue siendo el Análisis de las Cinco Fuerzas de Porter.

Según esta teoría, toda empresa que desee tener un mejor conocimiento de aquellos factores que pueden afectarle de manera más directa debe estar al tanto de:

• El poder de negociación de los compradores.
• El poder de negociación de los proveedores.
• La amenaza de que lleguen nuevos competidores.
• La amenaza de que surjan productos sustitutivos.
• La rivalidad existente entre los competidores.

Al recabar estos datos, la empresa puede hacerse una idea mucho más realista de lo que está ocurriendo en su entorno más cercano y actuar en consecuencia. 

Otra herramienta útil es el Análisis DAFO o FODA, que se encarga de detectar las fortalezas y debilidades internas de la empresa y las amenazas y oportunidades que hay en el mercado. Esto permite a los responsables de la toma de decisiones hacer su trabajo con un mayor conocimiento de los puntos débiles y fuertes del negocio, y de los puntos débiles y fuertes del entorno.

No es casualidad que muchas de las teorías sobre planificación de estrategias empresariales giren en torno a un examen detallado del entorno. A pesar de estar compuesto de factores incontrolables, conocer lo mejor posible estos factores puede resultar de mucha utilidad para tomar decisiones acertadas que mejoren el devenir del negocio.