El papel de la financiación no bancaria en la recuperación poscovid-19

La recuperación económica tras la pandemia promete ser un proceso complejo. Básicamente, porque no sabemos cómo puede evolucionar la situación, y un escenario con demasiada incertidumbre nunca es bueno para las empresas.

A pesar de ello, las compañías están poniendo ya todo de su parte para salir adelante. Eso sí, una gran parte no va a poder hacerlo a base de recursos propios y tendrá que recurrir a la financiación externa. De hecho, muchas de estas empresas ya están probando vías alternativas de financiación.

¿Por qué es el momento de la financiación no bancaria?

Por financiación no bancaria entendemos toda aquella forma que tienen las empresas para obtener el dinero que les hace falta para seguir operando, y que no se limita a la financiación tradicional ofrecida por la banca.

Si las vías alternativas de financiación son ahora tan importantes, es precisamente porque las entidades bancarias también se están viendo afectadas por esa incertidumbre de la que hablábamos antes.

Muchos bancos han rebajado sus límites de tolerancia al riesgo. Así que, cuando una empresa acude a ellos, exigen mayores garantías e incluso aplican unos intereses más altos en sus productos. Esto hace que el acceso a la financiación tradicional sea más caro y difícil, y, en consecuencia, las empresas recurren a otros canales para obtener el dinero que les hace falta.

Vías de financiación no bancaria en la era poscovid-19

Como veníamos diciendo, existen otras vías de financiación más allá de las convencionales que permiten a las empresas conseguir recursos económicos, ya sea para impulsar sus servicios o hacer frente a su día a día. 

Entre las principales fuentes alternativas de financiación en la era poscovid-19 encontramos:

Confirming

Con el sistema del Confirming, la empresa realiza el pago total o parcial de la factura a su proveedor antes de tiempo. Esto tiene ventajas para todas las partes implicadas. Para el proveedor porque obtiene rápidamente liquidez, y para la empresa porque muchas veces se beneficia de descuentos por pagar antes de tiempo. 

Factoring

El Factoring es similar a la fórmula anterior, pero aquí siempre interviene un tercero ajeno a la relación comercial. En este caso, el proveedor vende sus facturas pendientes de pago a una entidad de financiación.

Esta paga a la empresa proveedora el importe de las facturas que está comprando, previo descuento de una cantidad en concepto de comisión por la gestión. A partir de ese momento, el proveedor original da su deuda por saldada y el que era su deudor pasa a serlo de la entidad que ha adquirido sus facturas.

Business Angels

Los Business Angels son inversores privados dispuestos a prestar su dinero a las empresas para que estas alcancen sus objetivos. En muchos casos aportan, además, sus conocimientos y experiencia, actuando como mentores.

Es una vía de financiación no bancaria a la que cada vez acuden más empresas que están en las primeras fases de su ciclo de vida.

Sociedades de capital riesgo

Es una opción para empresas que ya llevan un tiempo en el mercado. Se trata de dar acceso a la empresa a inversores que lo que buscan es obtener un buen nivel de rentabilidad en poco tiempo y están dispuestos a asumir mayores riesgos si creen que pueden conseguirlo.

¿Por qué recurrir a la financiación no bancaria?

Hemos visto solo cuatro ejemplos de vías alternativas de financiación, pero hay muchas más. De hecho, su número se ha multiplicado en los últimos años, y es previsible que siga haciéndolo debido a la buena acogida que están teniendo dentro del mundo empresarial.

Las razones que están haciendo que las empresas se inclinen por esta modalidad de financiación, son claras:

• El proceso de acceso al capital que se necesita es mucho más rápido y ágil.
• Permite obtener dinero de diferentes fuentes, diversificando así el riesgo.
• La tramitación suele ser digital, lo que reduce los costes.

En países de nuestro entorno como Reino Unido, la financiación no bancaria ya supone el 50 % de las operaciones de búsqueda de capital. En España los niveles están en torno al 25 % – 30 %, pero las cosas están cambiando.

Y es que, en una situación compleja como la actual, en la que el acceso a la financiación tradicional se ha vuelto más complicado, las empresas están más dispuestas que nunca a explorar nuevas vías para obtener capital. Tanto las grandes empresas como las pymes están descubriendo en la financiación no bancaria la mejor vía para poder emprender la senda de la recuperación.

Además, estas vías alternativas de financiación están bien reguladas y ofrecen un alto nivel de seguridad para todos los implicados. De ahí que recurrir a ellas sea, cada vez, más habitual.