La gestión de inventarios en épocas de escasez y demanda fluctuante

El inventario es el pilar de muchas empresas, un elemento de gran valor que se puede considerar como capital en forma de material. Su buena gestión facilita satisfacer la demanda del mercado y mantener la competitividad.

Uno de los principales retos en la gestión de inventarios es calcular y mantener el nivel óptimo de stock. Esta tarea resulta especialmente desafiante en épocas caracterizadas por la fluctuación de la demanda y la escasez de suministros.

En este artículo, analizamos las estrategias que pueden ayudar a gestionar los inventarios adaptándose a la variabilidad de la demanda y los altibajos de la cadena de suministro.

Causas de la variabilidad de la demanda (más allá de la temporalidad)

Las fluctuaciones en la demanda plantean desafíos significativos relacionados con la gestión de inventarios, sus costes y la calidad del servicio al cliente. Los factores que influyen en las oscilaciones de la demanda pueden ser de diferente naturaleza. 

Algunas razones se encuentran en la estacionalidad, cambio de tendencias y condiciones del mercado. Sin embargo, llegar a la causa última de estas oscilaciones resulta determinante para desarrollar una estrategia eficaz de gestión de inventarios.

Factores estacionales

En algunos sectores, como la moda y el calzado, resulta más que evidente cómo los cambios de temporada influyen en el inventario. Otros sectores, como la alimentación, la perfumería y la juguetería, experimentan grandes picos de demanda en determinadas fechas, por el aumento de ventas de productos concretos. 

La demanda también puede disminuir en períodos de menor actividad. La temporada baja de la hostelería, por ejemplo, puede provocar exceso de inventario en las empresas de suministro para la hostelería.

Volatilidad de tendencias

Las preferencias de los consumidores pueden cambiar de forma drástica, con el impacto que esto supone para la gestión del inventario. Las tendencias evolucionan rápidamente, en parte motivadas por las estrategias de marketing de algunos sectores. 

La agilidad para adaptarse a los cambios es clave si se quiere mantener el inventario en niveles óptimos para garantizar el suministro durante promociones y lanzamientos sin incurrir en pérdidas cuando la demanda se reduce de golpe.

Interrupciones en la cadena de suministro

Son numerosos los negocios que dependen de cadenas de suministro complejas que pueden verse afectadas por diversos factores, como eventos meteorológicos (grandes nevadas, inundaciones, riadas…), huelgas en el transporte o conflictos geopolíticos, entre otros. 

Finalmente, existen otros factores externos, como la evolución de la economía, las acciones de la competencia y los cambios regulatorios, que pueden provocar fluctuaciones. La gestión de inventarios debe contar con un plan de contingencia para hacer frente a este tipo de imprevistos. 

Estrategias para mitigar riesgos en la gestión de inventarios

Es recomendable que las empresas ajusten sus niveles de producción e inventario para minimizar los riesgos que implican las fluctuaciones de la demanda. El gran desafío es prever cómo se van a ver alteradas las ventas a corto, medio y largo plazo. 

La clave está en determinar la proyección de la demanda, es decir, estudiar cómo los diferentes escenarios pueden afectar a la empresa, para diseñar un plan de acción.

Análisis de datos

Las herramientas de análisis y pronóstico de datos son grandes aliadas que ayudan a comprender los patrones de comportamiento de la demanda y a prever la posible evolución en el futuro. 

La analítica permite tomar decisiones informadas sobre el nivel óptimo de inventario, los ajustes de producción y los recursos necesarios. 

Política de precios

Los excedentes de inventario implican costes adicionales cuando la demanda disminuye. Diseñar una política de precios dinámica puede ayudar a mantener la rentabilidad y reducir las pérdidas.

Ante un escenario inflacionista y con elevados tipos de interés, asegurar el capital y la financiación, así como hacer acopio de suministros esenciales puede ayudar a prevenir la escasez y los problemas de producción.

Gestión de riesgos

La optimización de inventarios en función de la variabilidad de la demanda ayuda a mitigar riesgos y garantizar el servicio cuando haya picos de demanda o interrupciones en la cadena de suministro.

Un buen plan de contingencia contempla riesgos potenciales y elabora la respuesta óptima en cada situación. Por ejemplo, la diversificación de proveedores minimiza el riesgo de depender de un solo proveedor. El plan de acción debería valorar escenarios futuros anticipadamente. De esta forma, es posible actuar con celeridad en vez de reaccionar a los eventos con posterioridad. 

En resumen, mantener el nivel óptimo de inventario es un reto constante para las empresas. Un exceso de insumos puede llevar a la obsolescencia, pero la escasez puede hacer que se pierdan ventas y credibilidad. La gestión idónea requiere un enfoque integral basado en datos, dinámico, flexible y colaborativo.