10 formas originales de motivar a tus empleados

Son muchas las ocasiones en que los empleados van poco motivados al trabajo, hay quien dice que esto se debe a que en realidad no trabajan en el puesto de sus sueños, pero en la mayoría de los casos esto no es cierto. En muchas ocasiones depende de cómo el propio jefe plantea el trabajo a sus empleados. Porque hasta el que piensa que trabaja en su puesto ideal, puede acabar siendo el más infeliz si su jefe no le trata bien.

Es cierto que para ser un buen jefe lo fundamental es el buen trato a los empleados, pero esto va mucho más allá de un trato cordial o simplemente un buen salario.

Un buen jefe tiene que tratar bien a tus empleados, sí, ya lo sabemos. Pero hay veces en las deberíamos ponernos en la piel de ese jefe para entender que en muchas ocasiones estos son incapaces de gestionar bien su relación con sus propios empleados.

Así que, por esta misma razón y otras muchas que no llegaremos a saber nunca sobre por qué algunos jefes actúan como actúan, vamos a establecer nuestros 10 consejos para que algún día puedas ponerlos en práctica si eres jefe de alguien, verás un cambio en la actitud de tus empleados más rápido de lo que crees.

10 formas de motivar a tus empleados

• Programa de compensación por esfuerzo.

Aunque pueda parecer que muchos empleados se sentirían motivados por una subida de sueldo, a largo plazo volverían a desmotivarse, porque el dinero no lo es todo. Por eso, lo mejor es crear una relación que se vaya consolidando poco a poco mediante pequeñas compensaciones en función del esfuerzo.
Si los empleados se esfuerzan y se ve reflejado en los resultados, estos podrán ser compensados.
De esta forma, cuando a la empresa le vaya bien, a todos les irá bien, así también se verán afectados por el éxito de la empresa y querrán hacerlo bien.
Algo que resulta bastante eficiente es ofrecer incentivos que también implique a las familias de los empleados, esto podría ser determinante para que quisieran continuar en tu empresa.

• Mantén un buen ambiente laboral con su parte divertida.

El ambiente laboral es un hecho fundamental por el que muchas personas deciden o no trabajar en una empresa. Una forma fácil de transmitir esto es relacionando el trabajo con su parte más creativa y divertida. Por ejemplo, que sea un ambiente con colores y frases de motivación; crear días temáticos en los que cada uno tenga que llevar algo relacionado a una temática concreta; asegurarte de que los empleados se lleven bien entre ellos para que el equipo funcione; organiza afterworks o pequeñas actividades para después del trabajo; asegúrate de que la oficina se mantiene limpia, por el bien de todos.

• Promoción de proyectos.

Todos necesitamos sentirnos importantes, y una forma de hacerlo es creando proyectos a partir de las ideas del propio empleado y que, si la idea es buena, sea él mismo el que lleve a cabo la supervisión del proyecto, así sentirá que tiene una responsabilidad que debe salir adelante y estará doblemente motivado por ser su propia idea.

• Participación en la toma de decisiones.

Seguro que tomas muchas decisiones a lo largo de tu día, y muchas de ellas ni siquiera son consultadas y mucho menos informadas a los propios empleados. Pues bien, esta podría ser otra manera de hacer sentir importante a tus empleados dentro de tu empresa. Podrán aportar ideas y posibles soluciones que podrán ayudarte y además ellos se sentirán útiles.
No importa si las ideas son aceptadas o no, de esta manera el empleado se sentirá al mismo nivel que los demás y no sentirá que lo dejan atrás.

• Aprovecha las motivaciones personales de los empleados y su vida.

Escuchar a los empleados debería ser una tarea principal de cada jefe. Para saber qué ocurre en tu empresa debes saber qué pasa por la mente de cada empleado y conocer qué le gusta y qué no para saber cómo motivarle.
No hace falta hacer reuniones para que el empleado te cuente lo que piensa, no eres su psicólogo, simplemente es así de fácil como mezclándote con todos y ver de qué hablan y cuáles son sus intereses. Así tendréis una mejor relación y conocerás mejor a quien está llevando a cabo el trabajo de tu empresa.

• ¿Por qué no ser un poco raro de vez en cuando?.

Para motivar a tus empleados, una de las mejores formas es sorprendiendo, actuando de forma inesperada, lo que despertará sus ganas de ir a trabajar y su estado de ánimo.
Un ejemplo de ello está simplemente en la hora del almuerzo, puedes comer con tus empleados y aprovechar para contarles anécdotas o cosas personales y divertidas que hayas vivido. O sino, trae una caja de bizcochos y sándwiches para desayunar de vez cuando, ¡te los ganarás seguro!
Recuerda que todo ello va a repercutir en su trabajo y esto, en tus resultados.

• Flexibilidad horaria.

Permitir a tus empleados cierta flexibilidad en la hora de ir a trabajar no tiene por qué ser contraproducente. Es más, de esta manera se incentiva una mayor responsabilidad a la hora de cumplir con el trabajo a la vez que un mayor relax a la hora de ponerse a trabajar. Es bueno para el empleado que pueda elegir la hora en la que empezar y dejar de trabajar, siempre y cuando cumpla con su trabajo, pero te aseguramos que en la mayoría de los casos esta técnica hace que el rendimiento aumente en gran medida.

• Elección de días libres y vacaciones.

Al igual que la elección de horarios es fundamental para el empleado ¿por qué no hacer lo mismo con las vacaciones? Cuando el empleado se siente libre, se siente relajado y motivado para hacer las cosas bien. Hay veces en que los empleados se encuentran asfixiados por el trabajo pero no pueden permitirse pedir unos días libres porque ya los hayan gastado o reservado para justamente el verano. Esto no tiene por qué ser así, ya que a veces se rinde más parando el trabajo para tomar unos días de descanso y volver a retomarlo con la cabeza clara.

• Actividades.

De vez en cuando realizar algún tipo de actividad puede venir muy bien para sacar a tu equipo de la rutina y despejar las mentes del trabajo.
Además esto consolidará la relación entre los compañeros.
Como clases de yoga o relajación una vez al mes, paintball o juegos fuera de la oficina.

• Viajes.

Para los más atrevidos, llevar a tus empleados a hacer un mini viaje de fin de semana. Ayudará a unir al equipo, a que se conozcan los unos a los otros y a cambiar su rutina que nunca viene nada mal. No tiene por qué ser nada espectacular, simplemente buscar una actividad que ocupe un par de días y en la que puedan participar todos. Por ejemplo senderismo en la montaña, ski o buceo.

Un consejo para saber si todo lo que haces por tus empleados (ya sea bueno o malo) está teniendo alguna repercusión es poner un buzón de sugerencias en el que los empleados puedan expresar lo que de verdad piensan. Si quieres saber algo más concreto, puedes hacer una encuesta online con preguntas y respuestas anónimas, además ¡no cuesta nada!

Son pequeños detalles que marcarán una gran diferencia. Recuerda que sin tus empleados no habrá empresa porque no podrás hacerlo todo tú solo.