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Hoy en día con la llegada de las nuevas tecnologías, todos los sectores se han visto revolucionados y las organizaciones no han tenido más remedio que adaptarse a los nuevos mercados y tendencias.
La capacidad de liderazgo es uno de los aspectos que más valoran las empresas, y los responsables de RRHH se encuentran a la caza y captura de este tipo de perfiles profesionales, por la cantidad de beneficios que aportan a las organizaciones en las que realizan su trabajo.
La cuestión es…
¿Posees tu este tipo de talento? ¿Te consideras un buen líder?
En ocasiones la percepción personal que tenemos de nosotros mismos no coincide con la que a lo mejor, tiene nuestro entorno más cercano, familia amigos, pareja, compañeros de trabajo…etc.
Entonces, ¿Cómo podemos saber si lo estamos haciendo bien?
En primer lugar hay que tener claro el significado del concepto liderar, muy distinto al de dirigir, que era lo que se practicaba en la mayor parte de las empresas hasta hace muy poco tiempo.
A grandes rasgos, la diferencia radica en que cuando dirigimos equipos, la orientación suele ir enfocada a la obtención de resultados concretos, números, cifras, sin importar quién o qué personas las han conseguido. Un buen liderazgo debe estar basado en las personas que forman el grupo, ya que son la herramienta fundamental para que los objetivos se alcancen.
Este término anglosajón hace referencia a tener una mente abierta y estar dispuesto a escuchar, ver y considerar otro tipo de políticas, tendencias, herramientas, acciones a llevar a cabo y en general mostrarse receptivo ante cualquier novedad en el sector que pueda suponer un beneficio para el equipo y la organización.
Al contrario de lo hacían los dirigentes que era imponer decisiones a través de órdenes y directrices empleando una comunicación con su equipo unidireccional, un buen líder es aquel que practica una escucha activa con los miembros de su grupo, animándolos a participar y exponer sus opiniones libremente, sobre posibles mejoras o soluciones para el proyecto en el que colaboran.
El objetivo final de un buen líder es conseguir el éxito en el proyecto que está llevando a cabo con su equipo. Para ello la motivación de las personas del grupo es una de las mejores armas con las que cuenta. Los últimos estudios sobre satisfacción laboral, demuestran que los empleados felices son sinónimo de altas productividades.
Si no eres de los que se desmoronan ante la primera vuelta de tuerca de la vida, enhorabuena, es señal de tu perseverancia, y esta es una de las aptitudes y actitudes que debe tener un buen líder. Pensemos que cuando afrontamos el inicio de una iniciativa en la organización acompañado de un equipo de personas, no todo el camino será de rosas, seguramente surgirán situaciones estresantes y comprometidas. Es en este momento cuando debemos demostrar nuestro papel de líder ante el equipo, mostrando nuestra tranquilidad, templanza, y constancia, aportando posibles soluciones para poder continuar hacia el éxito.
Dentro de un mismo equipo de trabajo, lo habitual es que haya miembros de diferentes generaciones, sexos, mentalidades, formación…etc, que en un momento determinado pueden llegar a no estar de acuerdo en diferentes aspectos del proyecto y generarse conflictos, que de no solucionarse, ralentizarán el desarrollo del proyecto creando un mal ambiente laboral.
¿Se te ocurre algo aspecto más como líder que te haya servido en tu experiencia profesional? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! Si además necesitas saber más sobre Novicap, no dudes en contactarnos.
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