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Según indica un estudio de la revista Pymes y Autónomos, el 83% de las empresas españolas sufren de problemas de falta de liquidez. Mayoritariamente este problema sucede a causa de los largos términos de pago que las grandes empresas imponen a las pequeñas y medianas. Es por eso que el factoring y el servicio de anticipo de facturas son dos servicios al que actualmente recurren muchas PYMES españolas. En este post conoceremos las diferencias entre ellos para que, como empresario, puedas elegir el más adecuado para tu empresa.
El factoring y el anticipo de facturas son dos conceptos que comparten muchas similitudes pero que a la vez presentan algunas diferencias. El factoring, a diferencia de un anticipo de facturas ocasional, se presenta como un contrato rígido y de larga duración que por lo general incluye un servicio de control y gestión de facturas.
Las tarifas del factoring suelen comprender distintas comisiones por servicio que afectan a todas las facturas comprendidas en el contrato, y en la gran mayoría nos encontramos que suelen requerir garantías reales o personales.
Otra diferencia importante es que si nosotros queremos descontar un pagaré en lugar de una factura, con un contrato de factoring nos encontraríamos con problemas. El factoring no acepta pagarés. Si además al pedir financiación queremos que no nos afecte al balance o a la CIRBE, será mejor recurrir al descuento de facturas ya que a diferencia del factoring con recurso no influye.
El factoring es una instrumento financiero a corto plazo, destinado a cualquier empresa, en la que se ceden créditos comerciales a cobrar por la empresa a favor de una entidad financiera. El factoring a parte de ofrecer servicios de carácter financiero también desarrolla otros de gestión, administración y garantía por la insolvencia de los deudores de los créditos cedidos. La parte más interesante del factoring es que le ofrece al cliente la posibilidad de anticipar el cobro de los créditos transmitidos. Con este método las empresas consiguen obtener liquidez rápidamente sin tener que enfrentarse a desbalances por falta de ello. Aparte de esto, la entidad financiera es posible que asuma el riesgo de impago si una vez llegado el plazo de vencimiento del crédito el deudor no paga y así el cliente puede olvidarse de impagos al asegurarse el cobro.
El anticipo de facturas consiste en vender éstas, o los pagarés pendientes de cobro, a personas que puedan financiarlo. Estas personas que financian las facturas por voluntad propia pueden presentarse de dos maneras según la entidad a la que solicitemos el servicio:
Bancos: Han adelantado las facturas de los clientes que se lo solicitan
Inversores privados: Son ajenos a la entidad financiera a la que se le solicita el anticipo, quienes comprarán esa factura a cambio de un interés. Esta es la nueva forma que están desarrollando muchas compañías para facilitar el servicio.
Así el empresario recibe el pago en adelanto sin tener necesidad de aguantar hasta el plazo de vencimiento impuesto por sus clientes. La mayoría de negocios que buscan conseguir liquidez a través del anticipo de facturas o factoring son pequeñas y medianas empresas, más conocidas como PYMES. Todo este progreso no será posible si los que son sus clientes emiten facturas con una promesa de pago a largo plazo (normalmente a través de pagaré o transferencia bancaria). Entre los servicios prestados hay que destacar la gestión de cobro, la administración de la cartera a cobrar, el análisis de los deudores y, en su caso, la cobertura de insolvencia.
En ambos procesos intervienen tres partes:
En Novicap podréis encontrar una plataforma para obtener financiación para nuestra empresa gracias al descuento de facturas y pagarés de una forma más flexible y con pocos costes.
Como hemos comentado anteriormente el factoring es un contrato rígido a largo plazo, en cambio Novicap ofrece un servicio que nos permite conseguir el importe de aquellas facturas que nosotros necesitemos antes de que llegue su plazo de vencimiento sin atarnos a la entidad financiera para la gestión de la gran mayoría de nuestros créditos comerciales. En pocas palabras, en Novicap tendremos más flexibilidad a la hora de pedir financiación que otras entidades financieras no ofrecen.
Las tarifas es una de las grandes diferencias entre ambos servicios. En un contrato de factoring podemos llegar a encontrarnos con distintas comisiones por servicio que actuarán en todas las facturas incluidas en el contrato, y suelen solicitar garantías reales o personales. En Novicap no te cobrarán ningun tipo de comisión, sólo se estima un coste sobre la cantidad financiada del 90% del importe de la factura. Este título de interés se basa en el análisis del perfil de riesgo del cliente deudor de la factura, junto al plazo de cobro. A título orientativo, una factura a 30 días tiene un coste entre 0,55% – 2,10%, y a 60 días entre 1,05% – 3,70%.
El factoring no soporta efectos comerciales no caducos como el pagaré, en cambio en Novicap podrás anticipar facturas pero también descontar pagarés. Es decir, que nuestros servicios no se restringen a un único título de crédito.
En último término, el anticipo de facturas no afecta al balance ni a la CIRBE como sí que pasa con el factoring con recurso. Que no afecte a la ella resulta muy beneficioso de cara al análisis de perfil de riesgo por parte de las entidades financieras.
Si creeis que el servicio de anticipo de facturas es el más adecuado para vuestra empresa y necesitáis conseguir liquidez, Novicap como plataforma online especializada en anticipo de facturas, cuenta con un equipo de profesionales dispuestos a ayudaros. ¡Llámadnos! Y recordad que si os ha gustado este post no olvidéis compartirlo con vuestros amigos en Twitter, Linkedin o Facebook.
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