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La falta de experiencia, el desconocimiento del sector o correr riesgos innecesarios son algunas de las causas que pueden hacer que tu negocio fracase. Las grandes ideas no se sostienen por si solas, detrás tiene que existir un elaborado plan de negocios que sirva de base para levantar lo que luego será una empresa sostenible. Eso sí, no pierdas demasiado tiempo o llegará alguien que alcance la meta antes que tú.
Estos son algunos de los errores que pueden hacer fracasar a una pyme.
Si no sabes a quién te diriges, difícilmente podrás lanzar un producto de éxito. Identifica a tus posibles clientes, analiza sus necesidades y estudia su comportamiento de compra, sólo de esta manera sabrás a quién vender, cómo y dónde hacerlo. Si no hay demanda, de nada sirve la oferta.
Antes de iniciar cualquier trámite, siéntate a preparar tu modelo de negocio. No debes dejar ningún aspecto al azar: mercado, costes, recursos, plan de marketing… Incluso deberás elaborar una estrategia ante una posible crisis, ya sea financiera o del sector. Si estás prevenido sabrás cómo superar los baches. Y no te olvides de revisarlo de forma periódica ya que las circunstancias en las que fue elaborado pueden cambiar.
La falta de experiencia en un sector puede ser un error muy grave que te desvíe de tu camino hacia el éxito. Antes de emprender, infórmate, estudia la competencia, sus productos, pregunta a expertos en la materia pero no dejes que la ilusión por crear tu propia empresa te ciegue. No te lances a lo loco hacia un mercado que desconoces.
Localiza a tu competencia, analiza sus productos y a quién van dirigidos. Un estudio adecuado de sus fortalezas y debilidades te darán las claves para levantar tu empresa. Dispones de muchas herramientas en la web para averiguar lo que están haciendo.
Tal vez este sea uno de los errores más comunes que comete un emprendedor, la falta de una financiación adecuada para sacar adelante el negocio. Pasará algún tiempo antes de que veas llegar tus primeros ingresos, así que deberás contar con el capital suficiente para sostener los costes iniciales. De ahí la importancia de tener un buen plan de negocios en el que conste tu política de precios, la rentabilidad, la inversión y la financiación precisas.
Rodéate del mejor equipo que puedas encontrar, sobre todo si esta es tu primera empresa. Personas que conozcan el sector y que ya hayan estado involucradas en proyectos similares al tuyo. No puedes ni debes hacerlo todo tú solo ya que corres el peligro de patinar en alguno de los procesos. Siempre podrás encontrar un experto para cada tarea específica. Además, tanto los éxitos como los fracasos se llevan mejor si uno está acompañado.
Tus clientes potenciales nunca sabrán que existes si no te publicitas. Nadie llamará a tu puerta si antes no te das a conocer. Elabora una estrategia que te permita llegar a tu público objetivo. Las redes sociales son un buen punto de partida, aunque no el único.
Si no tienes paciencia, no emprendas. Son pocos los que han visto su empresa triunfar en poco tiempo. Si tu proyecto es bueno y has hecho una buena planificación, los frutos de tu trabajo llegarán, aunque tal vez no tan rápido como esperabas. Steve Jobs es un buen ejemplo.
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