El CFO como responsable de la ciberseguridad financiera de la empresa. ¿Cómo debe actuar?

De todos los activos que posee una empresa, los datos y la información confidencial se han convertido en algunos de los más valiosos. Buena prueba de ello es que el número de ciberataques a corporaciones ha ido en aumento en los últimos años.

Los delincuentes van siempre un paso por delante y no paran de idear nuevas estrategias para hacerse con datos empresariales. En algunos casos, para chantajear a la organización y exigirle un pago a cambio de la devolución de la información y, en otros, para vender directamente los datos a la competencia.

Ninguna empresa está a salvo de los ciberdelincuentes, y tampoco ningún departamento. Pero hay uno que tiene que protegerse muy especialmente, el de finanzas, a cuyo frente nos encontramos al CFO.

La tecnología es una oportunidad, pero también un riesgo

El perfil del director de finanzas ha cambiado mucho en poco tiempo. Quienes ejercen este cargo en la actualidad deben tener conocimientos en materias que no están relacionadas directamente con su campo de actividad, pero que tienen mucha importancia en su día a día.

Nos estamos refiriendo a la tecnología. El del CFO es un perfil cada vez más digitalizado, ya que la gestión de los departamentos de finanzas es imposible si no se cuenta con la inestimable ayuda de la tecnología.

Herramientas como softwares especializados permiten gestionar datos en tiempo real y crear informes en apenas unos minutos, facilitando procesos tan importantes como el de la toma de decisiones. Sin embargo, esa tecnología, que es una gran aliada, también es un riesgo. Los datos que maneja el departamento de finanzas de una empresa son especialmente atractivos para la ciberdelincuencia.

En consecuencia, el CFO no solo tiene que saber sobre tecnología, sino que también debe estar al tanto de los riesgos relacionados con la vulneración de datos y las formas de prevenir los ataques.

La protección frente a los ciberataques es ya una prioridad

Los directivos de nueva generación no le tienen ningún miedo a la tecnología y siguen aprendiendo sobre ella día a día. Una buena prueba de ello es que, para la mayoría de los CFOs, la ciberseguridad se ha convertido en una prioridad dentro de su departamento.

No se han transformado en expertos en informática (para eso la empresa cuenta con sus propios especialistas), pero sí han asumido con naturalidad su papel protagonista en la protección de los datos y las informaciones confidenciales.

De hecho, colaboran asiduamente con los responsables de IT para determinar qué datos son especialmente sensibles y cuáles deberían contar con un extra de protección para evitar problemas.

Cuanta más colaboración exista entre el responsable del departamento de finanzas y los especialistas en ciberseguridad, más protegidos estarán los datos importantes.

El líder que actúa como coach

El CFO vela por la ciberseguridad reseñando cuáles son los datos que más hay que proteger, pero su labor en este campo va más allá. 

Como buen conocedor de la tecnología, sabe que muchas veces la puerta de entrada de los ciberdelincuentes son los propios trabajadores. Acciones comunes como conectar el móvil del trabajo a una red WiFi pública, abrir correos de destinatarios desconocidos o descargar archivos pueden dar lugar a una infección mediante ransomware.

Por eso, el director de finanzas también ejerce a modo de coach, informando a sus subordinados de los riesgos específicos asociados al puesto que ocupan y dando consejos sobre la forma correcta de actuar para evitar ataques. Como líder, el CFO no solo debe aportar este tipo de información, sino que debe ser el primero en dar ejemplo actuando de forma que no ponga en riesgo los datos.

El CFO tiene mucho que aportar a la ciberseguridad

El área de finanzas es una de las más vulnerables frente a los ataques, porque cuenta con información que puede ser muy valiosa en el mercado. Precisamente por ello, el CFO no puede permitirse el “lujo” de mantenerse al margen en lo relativo a la protección de datos.

De hecho, debe adoptar una postura activa y colaborar todo lo posible con los responsables de ciberseguridad. Además, también le corresponde a él tomar decisiones sobre la inversión en seguridad digital.

Cuanto más al día esté en conocimientos sobre tecnología, protección de datos y seguridad, más eficiente será a la hora de hacer su trabajo y más valor tendrá como profesional dentro de su empresa.