Crecer en periodos largos de incertidumbre. ¿Es posible?

Nunca como ahora el mundo había experimentado cambios tan vertiginosos. La disrupción tecnológica, la situación geopolítica, crisis económicas, inflación, aumento de los tipos de interés y la escasez de materias primas son algunos de los retos que se presentan a las empresas.

En un entorno como el actual, en el que parece haberse instaurado la incertidumbre de forma permanente, parece complicado que una empresa pueda pensar en su crecimiento. Sin embargo, es posible siempre que se tengan en cuenta los puntos clave que analizamos a continuación.

Por qué la incertidumbre desestabiliza a las personas (y a las empresas)

El cerebro de los seres humanos está preparado para funcionar bajo circunstancias relativamente previsibles. Las situaciones que no podemos controlar nos producen ansiedad y malestar. Y esto puede afectar a la buena marcha de un negocio.

Según un artículo publicado por Harvard Business Review, la incertidumbre puede provocar falta de motivación y de agilidad, así como pérdida de la objetividad y del autocontrol. 

En las empresas no existe la seguridad absoluta. La incertidumbre es una de sus características. Por tanto, como emprendedores es importante aprender a lidiar con situaciones adversas. 

Estas son las claves para lograrlo:

• Aceptar la incertidumbre como parte del emprendimiento. Las decisiones que se toman nunca están exentas de riesgo.
• Centrarse en las expectativas de los clientes. Atender a las necesidades de nuestro público objetivo es más beneficioso que pensar únicamente en la competencia. 
• Adaptarse a la incertidumbre en vez de huir de ella. La adaptabilidad es más útil que las decisiones basadas en pronósticos. Conviene estar preparado para reaccionar rápidamente en función de las circunstancias. 
• Concentrarse en lo que está bajo nuestro control. El enfoque eficaz no trata de controlar el futuro, sino de darle forma. El camino comienza por fijar metas a corto plazo, prestando atención a lo que se puede controlar. 

En resumen, los emprendedores deben aceptar que el futuro es imprevisible. Las decisiones a corto plazo son más eficaces porque permiten elaborar respuestas rápidas ante los cambios. 

Cómo impulsar el crecimiento en periodos de incertidumbre

Retomando la pregunta inicial, ¿es posible iniciar un plan de crecimiento en estos tiempos? Lo cierto es que no existe el momento perfecto para diseñar una estrategia de expansión. Cada empresa debe valorar si se dan las circunstancias apropiadas teniendo en cuenta aspectos como la liquidez, el volumen de ventas, los gastos  y el nivel de consolidación en el mercado.

Veamos cómo abordar este proceso paso a paso.

1. Analizar la situación financiera real de la empresa 

Lo más conveniente es llevar a cabo una auditoría contable por parte de una entidad externa e independiente. De esta forma, obtenemos una fotografía objetiva de la salud económica antes de tomar ninguna decisión. 

2. Elaborar un plan de crecimiento detallado

Si es buen momento para diseñar un plan de expansión, este debe contar con todos los elementos de un plan de negocio. Es necesario estudiar la competencia, el valor añadido que aporta nuestra empresa, la situación del sector, las tendencias del mercado y los diferentes escenarios a los que nos podemos enfrentar. 

3. Tener en cuenta todos los costes del proceso

El plan de inversión debe incluir todos los costes que implica el crecimiento de la compañía. Es esencial prever el gasto en personal, trámites, licencias, impuestos, adquisición de instalaciones y equipamiento y campañas de marketing, entre otros. 

4. Valorar los recursos financieros de los que dispone la empresa

Disponer de recursos financieros suficientes es vital para lanzar un plan de crecimiento de la empresa con la máxima certeza posible. En esta fase se deben tener en cuenta tanto los recursos propios como los externos. Algunos elementos que conviene valorar son posibles ampliaciones de capital, venta de licencias, avales, líneas de crédito, préstamos, ayudas públicas y subvenciones disponibles en ese momento.

5. Estudiar detalladamente el nuevo mercado

Dependiendo del objetivo del plan de crecimiento, es necesario estudiar las condiciones del mercado que se desea abordar, ya sea nacional o internacional. Entre otros factores, habrá que considerar si es oportuno adquirir una compañía local, asociarse con otras empresas o crear alianzas puntuales.

Finalmente, diversificar es una de las claves para minimizar el riesgo. Además, es fundamental apostar por el comercio online. Esta es una de las herramientas que nos pueden ayudar a reducir la incertidumbre, ya que permite mantener la actividad comercial sin presencia física. De esto, ya aprendimos durante la pandemia.