10 señales que alertan de la quiebra de una empresa

Una buena salud financiera de la empresa es esencial para mantener la continuidad del negocio. Sobre todo en épocas de incertidumbre económica, es más que recomendable saber identificar los indicios que pueden estar anunciando una posible quiebra. 

En este artículo, repasamos 10 señales que alertan de la quiebra de una empresa y algunos consejos útiles para sortear con éxito situaciones complicadas.

¿Qué es realmente la quiebra en una empresa?

Las empresas pueden enfrentarse a diversas crisis, que no siempre implican una quiebra. La quiebra técnica o bancarrota se produce cuando la compañía no puede hacer frente a sus deudas con los recursos disponibles. La consecuencia es el cese de actividad.

Si la diferencia entre el activo y el pasivo arroja una cifra negativa, podemos afirmar que la empresa se encuentra en quiebra técnica. El balance anual de situación habrá reflejado la existencia de patrimonio neto negativo. 

No siempre que las empresas tienen dificultades para satisfacer sus deudas y obligaciones, se puede hablar de quiebra técnica. Conviene distinguir entre crisis de liquidez y crisis de solvencia.

La crisis de liquidez que provoca una suspensión de pagos se puede revertir con la reestructuración de la deuda y otras acciones. La crisis de solvencia implica que la empresa ha perdido su capacidad presente y futura para responder ante sus deudas. En este caso, podemos hablar de quiebra técnica. 

10 síntomas que anuncian una posible quiebra

Cuando una empresa se ve obligada a echar el cierre, lo normal es que haya habido señales. Prestar atención a los indicios y actuar a tiempo puede ayudar a salvar el negocio. A continuación, repasamos algunos síntomas que indican que una empresa se acerca a la quiebra.

1. Reducción de ventas y pérdida de clientes. Si las ventas muestran una curva descendente y los clientes se marchan a la competencia, es preciso analizar las causas. 
2. Inacción ante nueva competencia en el sector. Vigilar de cerca la competencia es fundamental para diseñar estrategias con las que evitar que otras empresas se sitúen en una posición preferente.
3. No actuar cuando la competencia cierra. En un primer momento, puede parecer beneficioso que se reduzca la competencia. Sin embargo, habría que analizar las causas, ya que podríamos estar ante un modelo de negocio que ha dejado de ser rentable. 
4. Crisis de personal. La fuga de talento es una señal de peligro, especialmente cuando se trata de directivos o empleados clave. Un elevado absentismo, mal clima laboral y la falta de motivación son también síntomas preocupantes. 
5. Falta de información financiera. La información financiera es fundamental para detectar posibles señales de alerta. Es imprescindible tener datos actualizados de costes de producción, inventario, presupuesto, etc.
6. Desactualización tecnológica. Ignorar los avances de la tecnología y los cambios de tendencia del mercado pueden provocar la obsolescencia de los productos y falta de rentabilidad.
7. Escasez de efectivo. La falta de liquidez puntual no es un síntoma de quiebra inminente, pero los problemas recurrentes en el flujo de caja sí son alarmantes.
8. Bajadas de precio arriesgadas. Reducir precios para aumentar las ventas es una decisión que se debe analizar cuidadosamente. En muchos casos, conducen a márgenes insuficientes o pérdidas.
9. Retrasos en los compromisos de pago. Cuando una empresa incumple los plazos de préstamos o pagos, nos encontramos ante una clara señal de alerta.
10. Auditorías externas. La visita de inspectores y auditores en medianas y grandes empresas puede ser un síntoma de mala salud financiera.

Los síntomas preocupantes no implican un cierre inminente. Analizar los indicios y sus causas es el primer paso para encontrar soluciones. 

Consejos para evitar la quiebra

Evitar una quiebra no es imposible, aunque resulta complicado. Lo más importante es detectar las señales a tiempo y actuar en consecuencia. Estas son algunas de las medidas que pueden ayudar a frenar el deterioro del negocio:

• Gestionar correctamente el flujo de efectivo. 
• Conocer con detalle todas las operaciones bancarias que se producen
• Mantener el control sobre inventarios, facturación, cobros, ingresos y gastos.
• Tomar medidas para aumentar la rentabilidad, por ejemplo, negociando con proveedores.
• Reducir gastos y recortar las partidas innecesarias para la actividad.
• Diseñar estrategias sostenibles para generar mayores ingresos a medio y largo plazo.

Una empresa con una buena salud financiera tiene muchas menos posibilidades de enfrentarse a una quiebra. Entre otras razones, siempre podrá recurrir a financiación externa porque tendrá una capacidad para generar ingresos por encima del margen de endeudamiento.