Los grandes desafíos globales para 2021

El comienzo de un nuevo año es buen momento para plantearse objetivos y asumir nuevos retos. Si todos lo hacemos a nivel particular, ¿por qué no hacerlo a nivel global? Los expertos ya vaticinan que 2021 será un año de importantes cambios y es necesario que estemos preparados para los grandes desafíos que están por llegar.

Mantener la Covid-19 bajo control

La pandemia ha paralizado en cierta medida el mundo entero. Es cierto que la economía y la política siguen teniendo un papel destacado dentro de las preocupaciones a nivel global, pero ahora, cuidar la salud de los ciudadanos se antepone a todo.

Aunque la vacuna ya se está aplicando en muchos países, queda por comprobar su verdadera eficacia y si será útil frente a las nuevas cepas que están apareciendo. Mientras tanto, sigue sin haber un medicamento que sea efectivo para tratar los síntomas de la Covid-19, lo que impide que el número de fallecidos descienda.

Reino Unido y Alemania han endurecido sus medidas para evitar los contagios, y en España se habla ya de tercera ola y, desde el ámbito sanitario, se aconseja un nuevo confinamiento domiciliario.

Todo esto permite afirmar que todavía estamos bastante lejos de tener la pandemia controlada y este año podría acabar siendo bastante similar al 2020. Mientras tanto, los Gobiernos trabajan a marchas forzadas para intentar dar solución a la crisis sanitaria y económica que estamos viviendo.

El nacimiento de una nueva Europa

El año ha comenzado con importantes cambios en el seno de la Unión Europea. Desde el pasado 1 de enero, Reino Unido ya no forma parte de ella y las relaciones bilaterales entre este país y el resto de vecinos europeos son ahora un poco más complicadas. Aun así, se espera que el acuerdo firmado in extremis a finales de 2020 pueda servir para dar paso a una buena relación entre los miembros de la Unión y los británicos.

En septiembre llegará otro gran cambio a nivel europeo. Después de 16 años en el poder, la canciller Angela Merkel no se presentará a la reelección. Aunque pudiera parecer que esto afecta solo a Alemania, lo cierto es que no es así, porque el país germano ha ejercido desde hace décadas de líder de la Unión Europea. Queda por ver si el sustituto de Merkel conseguirá mantener ese liderazgo transnacional o si otros países estarán dispuestos a asumir el vacío de poder.

La incertidumbre con respecto a Estados Unidos

La primera potencia mundial no atraviesa su mejor momento a nivel social, tal y como ha quedado demostrado desde que el demócrata Joe Biden ganara las elecciones en noviembre de 2020.

El mandato de Trump ha acabado con la sospecha de un fraude electoral que no ha podido ser demostrado, pero que ha dividido todavía más a la población. Buena muestra de ello fue el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero.

Mientras los líderes de la Unión Europea esperan que Biden esté más abierto a negociar y desaparezcan algunos de los aranceles establecidos por Estados Unidos a las exportaciones europeas en los próximos años, es posible que el nuevo presidente tenga que estar más centrado en los asuntos internos de su país para intentar paliar la polarización de la sociedad estadounidense.

Abordar la recuperación económica

De la crisis sanitaria del Covid-19 se ha derivado una gran crisis económica que, según muchos, todavía no ha mostrado su peor cara debido al establecimiento de ayudas públicas para asalariados, empresas y autónomos.

Los Estados han dejado atrás la política de austeridad que tan mala fama tuvo durante la crisis anterior y ahora abogan por todo lo contrario, aumentar el gasto público. Pero no hay que perder de vista el hecho de que esto puede tener importantes consecuencias de cara al futuro, especialmente para países como España, en los que la deuda pública supera ya el 100% del PIB.

Si dar fechas para la recuperación económica siempre es complicado, ahora lo es todavía más porque el comienzo de la fase de recuperación depende, primero, de poder controlar la pandemia.

Quedan por delante 12 meses de incertidumbre y nuevos retos, pero en los que también habrá lugar para las buenas noticias y la esperanza. Es el momento de afrontar nuevos desafíos.