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Las vacaciones son siempre un descanso merecido para todos los trabajadores. Pero, si eres un CFO (Chief Financial Officer), antes de desconectar es fundamental dejar todo bien cerrado. El área financiera es el núcleo que mantiene la estabilidad operativa, y cualquier desajuste mientras estás ausente podría generar consecuencias que luego se arrastren hasta final de año.
Esto no significa que tengas que renunciar a tu descanso, sino que es fundamental hacer una revisión exhaustiva y dejar todos los frentes clave bien atados. Así podrás disfrutar de verdad y con más serenidad de tus días libres.
Aquí tienes una guía práctica para asegurarte de que tu departamento financiero sigue funcionando con fluidez… incluso cuando tú estás en la playa.
Antes de irte de vacaciones revisa esta checklist con lo que tienes que dejar hecho:
Antes de marcharte, asegúrate de haber revisado bien cómo va la ejecución presupuestaria del semestre: compara lo previsto con lo realmente gastado, detecta desviaciones importantes y valora si hay que hacer ajustes para la segunda mitad del año.
Dejar clara la hoja de ruta presupuestaria ayuda a que, aunque no estés presente, las decisiones sigan una lógica definida y alineada con los objetivos anuales.
La tesorería debe estar bien planificada para las próximas 6-8 semanas. Comprueba que hay fondos suficientes para cubrir pagos esenciales: nóminas, proveedores clave, préstamos o impuestos.
Deja programados los pagos más sensibles y asegúrate de que el equipo tenga instrucciones claras sobre prioridades y qué hacer si surge un imprevisto.
Los cierres del mes anterior deben de estar completamente revisados sin que haya facturas o asuntos pendientes que puedan generar errores acumulativos. Asegúrate, además, que el equipo contable tenga un calendario claro de tareas mientras estás fuera.
Aprovecha para chequear provisiones y validar los KPIs financieros principales, para que todo quede bien calibrado.
Ya sabes que la Agencia Tributaria no se va de vacaciones, así que controla que todos los modelos fiscales (IVA, IRPF, pagos fraccionados, etc.) estén preparados y programados.
Revisa también que los informes regulatorios se hayan enviado a tiempo y que no haya entregas previstas durante tus vacaciones.
Con nuestra guía de financiación alternativa podrás aprender todo lo que debes saber acerca de cómo conseguir financiación más allá del banco.
FINANCIACIÓN ALTERNATIVA
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Informa a los proveedores si va a haber algún cambio en los pagos y confirma que todas las facturas a clientes están bien emitidas y registradas.
Si hay algún cliente en riesgo de impago, intenta negociar un plan antes de irte. Cuanto más previsible quede todo, mejor funcionará en tu ausencia.
Verifica que las coberturas de seguros estén activas y actualizadas y que no haya renovaciones pendientes en agosto.
También es un buen momento para chequear con IT los protocolos de respaldo y ciberseguridad, y asegurarte de que el negocio puede operar con normalidad ante cualquier incidente digital.
Nombra a un responsable para tomar decisiones urgentes mientras estás fuera y deja por escrito los protocolos en caso de incidencias graves: problemas de liquidez, fraudes o errores relevantes.
Define también qué personas pueden autorizar ciertos pagos o gastos excepcionales y en qué casos se debe consultar contigo. Cuanto más claro quede todo, menos llamadas recibirás.
Finalmente, que no se te olvide preparar una lista compartida con el equipo que incluya:
El objetivo de las vacaciones es desconectar, sí, pero eso no significa perder de vista por completo la operativa financiera. Aprender a combinar bien el el descanso con una supervisión mínima es la clave para garantizar tranquilidad sin necesidad de estar pendiente del correo cada día.
El secreto está en dejar todo automatizado y accesible. Tener configurado un acceso remoto seguro —por ejemplo, a un panel de control financiero o a las herramientas clave del departamento— te permitirá, si es necesario, consultar la información esencial desde cualquier lugar.
También puedes dejar programadas alertas en relación a los indicadores más sensibles: caídas de liquidez, vencimientos inesperados o desviaciones presupuestarias relevantes.
Con este enfoque no será necesario que estés revisando constantemente, solo tendrás que estar disponible si algo realmente importante se sale del guion.
La vuelta al trabajo no debería convertirse en una carrera contrarreloj para ponerse al día ni en una sucesión de fuegos que apagar. Si todo ha quedado bien preparado antes de irte, el regreso puede ser incluso un momento estratégico para recuperar perspectiva.
Lo ideal es empezar con una revisión rápida de los principales indicadores financieros: liquidez, rentabilidad, desviaciones presupuestarias y cualquier otro KPI que refleje la salud del negocio. Comparar estos datos con las previsiones te ayudará a detectar posibles desviaciones o confirmar que todo marcha según lo previsto.
Así que, si eres CFO y quieres disfrutar de tus vacaciones, recuerda preparar el terreno con un cierto rigor, delegar con inteligencia y adoptar una mirada estratégica cuando tengas que volver al trabajo. Con planificación, previsión y confianza en el equipo podrás desconectar de verdad.
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