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Más que el subtítulo de una autobiografía, «Perdiendo la Virginidad» es una explicación simple y concisa de la actitud del empresario británico Richard Branson ante los negocios. Según el fundador de Virgin, referente indispensable para cualquier emprendedor y una de las figuras más nombradas cuando se habla de liderazgo, el éxito llegará si pierdes el miedo al fracaso, disfrutas con lo que haces y transformas tu manera de comunicar para llegar mejor, no sólo al cliente, sino también a tu equipo.
Se han publicado infinidad de artículos sobre el secreto de su éxito, algunos escritos por él mismo, y en todos ellos se repiten casi siempre las mismas palabras: diversión, riesgo, colaboración, resistencia o adaptación. Si eres emprendedor, te conviene conocer algunas de sus lecciones.
Como el propio Branson ha dicho, pasamos la mayor parte del tiempo en nuestro trabajo, así que es muy importante “hacer lo que queramos y que amemos lo que hacemos”. Sólo si te sientes orgulloso de tu labor transmitirás confianza a tu equipo, podrás resistir mejor los desafíos y servirás de fuente de inspiración a tus trabajadores. “Si tu gente es feliz en donde trabaja, eso se refleja, y un cliente satisfecho es un cliente fiel”.
Si arriesgas llegarás al éxito pero también a muchos fracasos. No debes renunciar si la primera vez que intentas algo sale mal. Según el propio Branson, todo empresario debe estar preparado para caer y para asumir su propia responsabilidad cuando las cosas no van según lo planeado. “En las primeras etapas del negocio, todo es una cuestión de supervivencia”. El fracaso como lección ayudará a tu empresa a realizar cambios positivos y asumir nuevos retos.
Tu equipo debe sentirse cómodo y para ello es necesario crear un espacio de trabajo en el que este pueda expresar libremente y sin límites sus ideas. Si el personal que te rodea está motivado, tu empresa podrá ofrecer productos o servicios de calidad. Un buen líder debe emitir un mensaje inspirador y conciliador. No critiques los errores, ayuda a tu empleado a aprender de ellos.
Branson ha asegurado en más de una ocasión que la clave de su éxito como empresario está en manejar el arte de la delegación. Como emprendedor piensa que es imposible hacer todo uno mismo y que siempre habrá gente que domine aquellos campos en los que tú eres débil. Tú y tu negocio ganaréis si dejas que otros asuman cierta responsabilidad.
El empresario británico asegura que nunca va a ninguna parte sin su cuaderno. Es su arma secreta. En él anota, no sólo las ideas que le vienen a la cabeza, sino las aportaciones de otras personas que considera interesantes. De todas estas anotaciones acaban por surgir nuevas formas de negocio. Pero para apuntar, antes hay que escuchar y para escuchar hay que callar.
Branson ha reconocido en innumerables ocasiones que su carrera empresarial ha estado cargada de errores. Cree que un buen jefe no debe criticar a sus empleados en público, al contrario, si este ha hecho algo mal, debe ofrecérsele una segunda oportunidad. El fundador de Virgin cuenta que, en una ocasión, se enteró de que un empleado suyo le había robado discos. ¿Qué hizo él? Seguramente algo impensable para muchos empresarios: perdonarle. Branson asegura que acabó por convertirse en uno de los mejores ejecutivos musicales de la compañía.
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