La restricción y encarecimiento del crédito bancario a raíz de la subida de tipos

En tiempos convulsos como los que vivimos actualmente, la incertidumbre afecta a la economía. Los coletazos de la pandemia, la crisis energética y la guerra de Ucrania han puesto en alerta al Banco Central Europeo (BCE). Su reacción para frenar la inflación es elevar los tipos de interés.

Fuertes incrementos de los tipos de interés

A lo largo de 2022, se ha experimentado el mayor incremento de tipos de interés en la historia del BCE. En julio, fue un 0,50 % y, en septiembre, un 0,75 %, todo un golpe de efecto que cambia el rumbo de la política monetaria de los últimos años. 

La intención es frenar la escalada de precios y aumentar la rentabilidad del ahorro. Sin embargo, este giro tiene otras consecuencias no tan positivas. La financiación de las empresas y las familias será más dificultosa, por lo que se frenará el consumo. Por otro lado, veremos volar la sombra de la morosidad en un horizonte incierto que podría transformarse en una recesión intensa y duradera.

Encarecimiento de los créditos e hipotecas

Desde diciembre de 2021 hasta la fecha, los tipos de interés a corto plazo de los préstamos hipotecarios se han elevado el 28% de lo que subió el euríbor a 12 meses en ese periodo. Aunque no es una buena noticia, la cifra dista mucho del 58 % que se produjo en los primeros meses de 2005. 

En el caso de las empresas, los tipos de interés a medio plazo para créditos por importes no superiores a un millón de euros aumentaron en un 25 %. Para los préstamos de más de un millón de euros, el aumento fue del 12 % frente al tipo de referencia. Ambos porcentajes continúan estando alejados de los aplicados en 2005.

Al mismo tiempo, se ha producido un endurecimiento de las condiciones para la financiación de las empresas y familias. La oferta de préstamos se ha reducido en un intento de eludir el riesgo de morosidad.

Subida del euríbor en hipotecas fijas y variables

La subida del euríbor afecta tanto al crédito, al consumo como a las hipotecas. Sin embargo, son estas últimas las que pueden afectar más a la economía de los hogares.

El índice de referencia de la inmensa mayoría de hipotecas, el euríbor a 12 meses, ha experimentado un incremento cercano a los dos puntos en comparación con el año anterior. En agosto, cerró en el 1,249 % y se alejó definitivamente de los tipos negativos de periodos anteriores. 

Llevado a la práctica, una hipoteca media actualizada en esa fecha vería aumentada su cuota en unos 120 euros mensuales, unos 1.440 euros más al año. Las hipotecas a tipo fijo concedidas con anterioridad no se ven afectadas, pero sí las de nueva contratación.

La contratación de hipotecas a tipo fijo se ha disparado en los últimos años. Las personas que quieran contratar a partir de ahora tendrán que soportar un interés medio del 2,5 % por el momento. 

Por otra parte, ocho de cada diez préstamos hipotecarios existentes en España son de tipo variable, por lo que quedan expuestos a los vaivenes de los intereses. Según datos de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), a finales de 2021 había más de cuatro millones de hipotecas contratadas con estas características. Alrededor del 90 % de estos préstamos están referenciados al euríbor a 12 meses.

Cómo lidiar con la subida de tipos

Tal y como se presenta la situación, los expertos aconsejan que quienes soliciten una hipoteca negocien un periodo de carencia o un seguro que cubra las subidas de tipos de interés. Los hogares que ya están pagando una hipoteca a tipo variable tienen dos posibilidades para esquivar los incrementos en las cuotas: renegociar las condiciones o solicitar la subrogación en otro banco con mejores condiciones.

El endurecimiento de condiciones también se refleja en el crédito al consumo y en la financiación de las empresas. El principal riesgo al que nos enfrentamos ahora es que se frene la inversión y se reduzca el consumo, con las nefastas consecuencias que esto puede suponer para la economía.

Controlar la inflación sin perjudicar el crecimiento de la economía requiere conseguir un punto de equilibrio muy complejo. Por ahora, el BCE pretende continuar con su política de subida de tipos. Es probable que en 2023 el euríbor alcance el 2 % y, en el peor de los escenarios, que llegue al 3 %.

Habrá que esperar para ver cómo evoluciona la situación geopolítica y para saber si las medidas del BCE son acertadas.