(+34) 900 861 374 Lun-Vie: 8:00 a 18:00
Los datos nos muestran que 457.000 personas trabajan en el sector cultural, lo que supone un 2,6% de todo el empleo en España, y su inversión supone un 3,5% del PIB, según la Fundación Alternativas. Son unas cifras prudentes; incluso pueden llevar a animar a emprender en este campo. Pero las empresas creativas pueden tener problemas de acceso a la financiación que hagan peligrar su supervivencia.
Las empresas culturales y creativas suelen considerarse de alto riesgo por el producto o servicio que venden: una obra de teatro, un libro, un videojuego, una campaña de publicidad, ideas… ¿Quién garantiza que puede funcionar, que el público lo vaya a comprar?
La intangibilidad de su servicio dificulta obtener recursos, pero no es imposible. Antonio Bazán, director técnico de Factoría Cultural, nos dice que “la primera etapa es en la que hay menos instrumentos de financiación de proyectos, y en esa fase es muy importante el juego solvencia –riesgo: fondos propios y ventas frente a las necesidades de financiación. Lo más importante es salir al mercado cuanto antes”.
Así que ya sabes, por complicado que pueda parecer:
Es un modo de comprobar si tu producto tiene éxito, conseguir masa y ventas. Y por lo tanto, recursos.
La principal fuente de financiación a largo plazo proviene de la venta del producto o servicio cultural a un precio que haga viable la inversión. Lola Garcia, consultora de la Fundación Incyde, explica que “orientar la industria cultural al consumidor garantiza el retorno y ayuda a generar nuevos proyectos”.
Pero el cobro de las facturas puede retrasarse o quedar sin pagar… Son problemas que se pueden encontrar las pymes del sector creativo por la propia idiosincrasia de la industria.
¿Cómo saber que una campaña ha funcionado? Quizá tengan que pasar meses. ¿Y si se venden 9.000 libros cuando lo acordado eran 10.000? ¿Y si se esperaba un millón de descargas de una aplicación y no ha habido menos?
Los negocios culturales deben ser exigentes con los contratos que firman con sus clientes para no ser susceptibles de impagos o retrasos a la hora de entregar sus servicios. Esto les puede acarrear problemas de caja que pongan en riesgo su actividad o la puesta en marcha de nuevos proyectos.
Aun con todo, las pymes también pueden echar mano de diferentes herramientas de financiación para obtener liquidez que les permita seguir con el día a día.
Las empresas culturales se centran en su producto, y si su venta es la principal fuente de recursos, entonces hay que darse a conocer. El marketing es una herramienta clave en el sector creativo. Así que si hay que salir al mercado cuanto antes, primero hay que conocerlo.
Debes preguntarte qué consumidores y potenciales usuarios estarían interesados en tu producto. Ya sea una obra de arte, un disco o una app, se debe identificar a quién puede interesarle, hay que reconocer a los potenciales clientes y cautivarles con el producto o servicio.
Como dice el director general de la Fundación Incyde: “Cuando se tiene claro el público objetivo, se debe tener en cuenta los indicadores para analizar la salud financiera del negocio, como la rentabilidad, el endeudamiento, la solvencia o los costes”.
Los sectores creativos tienen en la tecnología un gran aliado para salir adelante. Diversificar negocios y apostar por la innovación es otro camino para hacer frente a los problemas. Y las expectativas son positivas: “El sector está inmerso en un proceso de transformación digital que cambia la forma de relacionarse con el público. Hablo de generar comunidades, fidelizarlas… El sector creativo y cultural debe tomar la delantera y poner en valor la capacidad de crear contenidos de calidad”, comenta el director técnico de Factoría Cultural.
¿NECESITAS AYUDA?
VISITA NUESTRA PÁGINA DE RECURSOS Y EXPLORA GUÍAS PARA MEJORAR LA TESORERÍA DE TU EMPRESA