La normativa Fintech debe relajarse para alcanzar los niveles de crecimiento europeos

España sigue siendo un país extremadamente restrictivo en cuanto a regulación fintech se refiere si lo comparamos con el resto de Europa.

Esto es lo que afirma la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) y es que la ley que se aplica en nuestro país PSD2 (Payment Service Providers)  a través del real decreto-ley 19/2018, de 23 de noviembre, de servicios de pago, iba a suponer un antes y un después para el sector de las empresas tecnológicas relacionadas con las finanzas pero la realidad es que no está siendo así.

Esta regulación incluye como novedad que los bancos deben permitir a terceras empresas autorizadas acceder a las cuentas de sus clientes si así lo autorizan. El principal beneficio es que el cliente puede realizar operaciones, pagos y consultar su información bancaria mediante servicios prestados por empresas fintech. Una solución imprescindible para los tiempos que corren pero que sin embargo no se está llevando a cabo.

¿Cuál es la situación actual en España?

Según AEFI nuestro país se encuentra muy por detrás de otros países europeos como Inglaterra y Alemania en cuanto a la potenciación del sector fintech. Esto, conlleva entre otras consecuencias que un importante capital extranjero decida invertir en otros países más benevolentes con la indústria fintech.

Existen numerosos casos de empresas fintech internacionales que han querido implantarse en nuestro país, sin embargo, nada más aterrizar no se han encontrado más que inconvenientes. Finalmente muchas de ellas abandonan el territorio nacional o operan aquí pero con licencias extranjeras.

Recientemente en un encuentro para startups del sector organizado por AEFI en Barcelona se llegaba a la conclusión de que la principal restricción para trabajar en España era una ley fintech desfasada, un retardo para la obtención de licencias que no cuadra con la agilidad y rapidez que demanda el mercado tecnológico y unas condiciones para operar en el mercado nacional desproporcionadas.

Rodrigo García de la Cruz, presidente de la asociación declara que en nuestro país se sigue mirando a estas empresas con recelo y desconfianza desfavoreciendo la colaboración entre banca y fintech tan necesaria en la actualidad.

García de la Cruz afirma sentir sorpresa ante esta negación en un país donde la banca tiene tanto peso en la economía. Aproximadamente un 60% de las start-ups españolas colaboran con los bancos en España, un porcentaje al que que según su criterio aún le queda mucho por mejorar.

Potenciar este sector resulta imprescindible no solo para que mejore la experiencia del usuario sino para poder ofrecer productos y servicios innovadores como la banca virtual, plataformas de financiación y préstamos colectivos.

¿Sandbox para cuándo?

Sandbox es uno de los términos más aclamados por los que trabajan en este sector. Se trata de la creación de un espacio libre de restricciones en donde las compañías puedan testear sus productos contando con la colaboración de la banca y el visto bueno del estado.

Este término ha sido inventado en Inglaterra con mucho éxito ya que ha favorecido la innovación, la aparición de nuevos productos mediante pruebas para testear su viabilidad. Algo fundamental para su supervivencia y desarrollo, por ello es tan reclamado en la actualidad nacional.

El Consejo de Ministros aprobó el martes 18 de febrero el anteproyecto de ley para la Transformación Digital del Sector Financiero. La medida principal principal de esta reforma incluye la creación de un banco de pruebas (Sandbox) en el que las empresas financieras tecnológicas podrán probar sus productos y servicios en un entorno controlado antes de llevarlos al mercado. Al tratarse de un anteproyecto de Ley, este debe ser aprobado en las Cortes Generales para que se haga efectiva.

¿Qué medidas propone AEFI para situar a España a la altura europea?

El groso de la petición se basa en una actualización de la ley que regula a las empresas fintech equiparándolas en su medida al resto de los países europeos más avanzados. También se solicita la reducción de los plazos a la hora de conceder las licencias abogando por una mayor agilidad en sus trámites.

Con la relajación de las condiciones que regulan el sector fintech España se podría situar en los primeros puestos del ranking a nivel competitivo del sector.