Los impuestos que vienen en 2021

Cuando en la noche del 31 de diciembre suenan las campanadas para dar paso al próximo año, arranca también un nuevo año fiscal, lo que implica que llegan cambios en materia de impuestos. Una vez instalados en el primer día de enero, es hora de echarle un vistazo a los cambios de tributación que afectan tanto a particulares como a empresas.

El IRPF sube para las rentas más altas

No será hasta 2022 cuando haya que presentar la declaración de la Renta de 2021, pero conviene tener en cuenta que los tipos de IRPF se han modificado.

Las rentas del trabajo superiores a 300 000 euros pasan a tener una fiscalidad del 47 % (suben dos puntos), mientras que las rentas del capital que superen los 200 000 euros suben tres puntos y tributan al 26 %.

Las rentas más altas también se verán afectadas por la subida del Impuesto sobre el Patrimonio, que se eleva hasta el 3,5 %, aumentando un punto más para las fortunas que superen los 10 millones de euros.

Además, la cantidad que se puede deducir en la declaración de la Renta de las aportaciones a seguros individuales, como los Planes de Pensiones, pasa de los 8000 a los 2000 euros. En el caso de las empresas, la aportación máxima que se puede desgravar sube de los 8000 a los 10 000 euros.

Sube la prima de los seguros

Cada vez que contratamos un seguro una parte del importe que pagamos corresponde a impuestos. La tributación pasa este 2021 del 6 % al 8 % en los seguros de vehículos a motor, los seguros de hogar y los de responsabilidad civil, lo que hará aumentar el recibo.

Cambios en el Impuesto sobre Sociedades

La exención fiscal por plusvalías y dividendos generados por grandes empresas situadas en el extranjero deja de ser del 100 % y pasa a ser del 95 %. Las pymes que facturen menos de 40 millones de euros al año pueden seguir beneficiándose de una exención del 100 % hasta 2024.

Como novedad, las Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria (SOCIMIS) tienen a partir de ahora un tipo mínimo exactamente igual que el resto de sociedades, es decir, de un 15 %.

El Impuesto de Matriculación se adapta a la normativa europea

La Unión Europea está llevando a cabo una política para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y una de las medidas adoptadas es penalizar a los vehículos más contaminantes.

A fin de cumplir con las prescripciones europeas, el Impuesto de Matriculación de vehículos diésel se equipara al de vehículos de gasolina.  

Quienes adquieran un vehículo que emita entre 144 y 192 gramos de CO₂ por cada kilómetro recorrido pagarán un 4,75 % del valor de fábrica de este en concepto de Impuesto de Matriculación. Los vehículos que emitan entre 192 y 240 gramos pagarán un 9,75 % en concepto de impuestos y un 14,5 % quienes adquieran vehículos que emitan más de 240 gramos de CO₂ por kilómetro recorrido.

Para los vehículos con un nivel de emisiones de entre 120 y 160 gramos, el impuesto aplicable se mantiene sin cambios, y los que emitan menos de 144 gramos siguen estando exentos.

Aumenta el IVA de las bebidas azucaradas

LaS bebidas azucaradas no son sanas ni pueden considerarse un producto de primera necesidad, por lo que han perdido el privilegio de disfrutar de un IVA reducido al 10 % y ahora su carga fiscal se amolda al tipo general, fijándose en un 21 %. Sin embargo, este cambio se aplicará solo en tiendas y supermercados, no en hostelería.

Se fijan nuevos impuestos

A fin de desincentivar el uso de plásticos desechables, y de conformidad con la normativa europea, se prevé que, en unos meses, la Ley de Residuos y Suelos Contaminados imponga a las empresas el pago de 0,45 céntimos por cada kilo de plásticos de este tipo utilizados.

Tras muchos vaivenes legislativos se ha puesto finalmente en marcha el Impuesto sobre Transacciones Financieras (tasa Tobin). Esto implica cobrar un 0,2 % por cada operación de compra de acciones emitida en España, siempre y cuando las acciones correspondan a empresas cotizadas con una capitalización bursátil mayor a los 1000 millones de euros.

Otra de las novedades es la tasa Google, que cobrará a las empresas digitales un 3 % de los ingresos obtenidos por servicios de publicidad, intermediación online y venta de datos obtenidos a partir de información facilitada por los usuarios. Esta tasa será aplicable a empresas que facturen más de 750 millones de euros a nivel global y más de 3 millones de euros en España.

Con todos estos ajustes el Estado espera ingresar unos 4400 millones de euros más que en 2020. Dinero que es ahora especialmente necesario para hacer frente a la crisis derivada de la pandemia de Covid-19.