Fondos europeos y el plan de recuperación español

La crisis económica derivada de la situación sanitaria causada por la Covid-19 ha puesto a Europa en una posición tan delicada como la vivida tras la Segunda Guerra Mundial. Algunos Estados se han visto más afectados que otros, por lo que la Unión Europea ha tenido que buscar una fórmula capaz de convertir la crisis en una oportunidad.

Hace ya algunos meses se acordó la creación del Fondo Next Generation EU o Fondo de Recuperación Europeo, dotado con 750 000 millones de euros.

De él se van a beneficiar todos los países de la UE, pero España será uno de los grandes favorecidos, puesto que está previsto que reciba 140 000 millones de euros entre 2021 y 2026.

Un nuevo rumbo para la Unión Europea

Mientras Asia se hace con el liderazgo tecnológico y Estados Unidos le sigue a la zaga, la vieja Europa empieza a quedarse obsoleta y corre el riesgo de acabar como un personaje secundario en la economía mundial.

La clave para recuperar un papel importante es apostar por el desarrollo tecnológico y esto es algo que se ha tenido muy en cuenta con el Fondo de Recuperación.

Por primera vez en la historia, los principales beneficiarios de las ayudas no van a ser los países más perjudicados por la crisis, sino aquellos que tienen un mayor potencial de desarrollo.

La idea es brindar un apoyo especial a aquellos sectores que aboguen por la transformación energética, para dar lugar a una economía más sostenible y a la digitalización.

Mientras que otros bloques internacionales parecen haber dejado de lado su compromiso con el cambio climático, Europa cree que es posible seguir desarrollándose y, a la vez, proteger el medio ambiente.

Un reto importante para España

Al ser uno de los Estados más afectados por la crisis económica, Europa tiene a España en su punto de mira. El país tiene mucho potencial, pero debe encontrar vías para desarrollarlo.

Hace décadas que la economía española está basada fundamentalmente en el sector servicios, especialmente el turismo. Justamente este sector puede ser uno de los grandes beneficiados por las ayudas, porque tiene mucho margen para mejorar y evolucionar.

Orientándose hacia un sistema mucho más digitalizado y también más sostenible, huyendo de la sobreexplotación de ciertas áreas y mejorando la conservación de espacios naturales que tienen potencial para atraer a millones de turistas llegados de diferentes lugares del mundo.

El otro gran reto para España es llevar el sector industrial al siguiente nivel. Siguiendo las directrices de sostenibilidad marcadas a nivel europeo e implementando la transformación digital, la industria 4.0 puede llegar a ser una realidad en poco tiempo.

Hay sectores con un gran potencial de desarrollo, como el de los materiales para la construcción haciendo que sean eficientes desde el punto de vista energético, o los vehículos híbridos y eléctricos.

Es necesario estar todos a una

El plan que España ha presentado ante la Unión Europea para poder acceder a los fondos es muy ambicioso y debe hacerse realidad en un plazo de tiempo que no es precisamente largo.

Bruselas ha aprobado recientemente este plan de recuperación español, por lo que el país podrá contar, antes de que termine el año, con un total de 19 000 millones del total asignado.

Esta cantidad se dirigirá principalmente a transformar la economía española hacia un modelo más verde, al que se dedicará un 40% de los fondos recibidos, y una transformación digital, que recibirá un 28%.

Por otro lado, el empleo juvenil y la reducción de la temporalidad laboral también conforman los objetivos de la estrategia española de recuperación.

Para conseguirlo será necesaria la colaboración tanto de entidades públicas como privadas. De hecho, administraciones públicas, colegios profesionales, universidades y empresas de diferentes sectores ya están colaborando en la detección de áreas y sectores que serían susceptibles de acceder a las ayudas para realizar mejoras que subsanen deficiencias del mercado.

Además, hay que tener en cuenta que las ayudas no solo beneficiarán a quienes las reciban. En España hay muchas empresas auxiliares que también se verán beneficiadas de forma indirecta por el crecimiento y la innovación de sus clientes.

En lo que se refiere a las entidades financieras, estas también van a tener un papel muy importante en el proceso de recuperación y transformación.

Serán las encargadas de asesorar y acompañar a las empresas para que puedan seguir creciendo sin que esto suponga un riesgo de sobreendeudamiento, aprovechando de la mejor manera posible las ayudas recibidas.

Gestionar el Fondo de Recuperación Europeo va a suponer todo un reto para los poderes públicos, pero es también una gran oportunidad de crecimiento para la economía española.

Es el momento de mejorar todavía más aquellos sectores que ya funcionan y desarrollar aquellos que tienen un gran potencial. Si la gestión pública y privada de los fondos es la adecuada, el resultado puede ser todo un éxito.