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El valor de los activos y de todos los elementos materiales pero también el de los intangibles como el equipo humano, la marca o el posicionamiento en el sector determinarán lo que vale tu empresa en el mercado.
Si tu empresa se encuentra en el mercado ejerciendo una actividad, es fundamental conocer cuál es su valor. Imagina que tienes una oferta de compra, ¿Cómo saber si el precio que fijas es el adecuado?
Lo mismo ocurre si eres tú el que lanzas la oferta de compra sobre otra compañía con la que poder crear interesantes sinergias y potenciar tu crecimiento e imagen de marca. ¿Cuál es el importe justo por su adquisición?
Se dice que el fondo de comercio es el que asigna el valor que tiene una empresa en el mercado. Es un excelente indicador sobre la capacidad que tiene el negocio para generar beneficios a partir de sus activos intangibles: know how, equipo humano, imagen de marca, employer branding, posicionamiento en el sector, etc.
Y es que una empresa no se valora exclusivamente por las cifras que figuran en los libros contables procedentes del balance.
En este apartado se incluyen los más obvios como el mobiliario, las materias primas, maquinaria, elementos de transporte, locales comerciales y en definitiva cualquier elemento tangible por el que hayamos pagado un precio.
A la hora de calcularlo no nos podemos olvidar de las amortizaciones y depreciaciones que hayan podido sufrir desde su compra así como de todas las partidas de gastos asociados a ellos (gastos de material, mantenimiento, etc).
¿Posee la empresa alguna patente, licencia, seguro o exclusiva?.
Si estás pensando en vender tu negocio es recomendable acudir a un experto fiscal que te asesore en el proceso. Cualquier causa tributaria que tengas abierta deberás solucionarla antes de la venta para evitar futuros inconvenientes.
Digitalizarse o desaparecer. Si estás actualmente en el mercado es porque has apostado por la digitalización de algunos procesos por ello no debes de olvidarte de incluirlos en tu valoración.
Equipos informáticos, inversiones en Softwares de gestión, herramientas digitales, páginas web, blog de contenidos, conexiones a internet, terminales de punto de venta, alarmas de seguridad, etc.
Con nuestra guía de financiación alternativa podrás aprender todo lo que debes saber acerca de cómo conseguir financiación más allá del banco.
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¿Cómo ponerle precio al capital humano de una compañía? Además de fijarnos en datos como sueldos y salarios, cotizaciones seguridad social, incapacidades, bajas laborales y demás pregúntate si la plantilla con la que cuentas está optimizada o por el contrario se prevé alguna jubilación, incorporación, etc.
Dentro del factor humano influyen otras variables como la calidad de tus equipos, ¿cuentas con talento disruptivo que haya llevado a la empresa a un mejor posicionamiento en tu sector?
Lo que vas a vender es un proyecto con cierta trayectoria con todo lo que esto incluye; cartera de clientes, planes estratégicos, proveedores, contactos, etc.
Se recomienda asignarle un número del 1 al 5 al posicionamiento que tiene tu compañía frente a sus competidores. Después, el resultado lo multiplicas por diez.
También debes de responder a preguntas del tipo:
¿Cuánto ha crecido la empresa en el mercado en los últimos años? ¿Cuáles son sus predicciones futuras?
Para los analistas este es el factor que mayor peso tiene a la hora de atribuir un valor.
Es necesario analizar la cuenta de resultados e interpretar cuál es la salud financiera del negocio, la rentabilidad que genera, su cash flow, deudas bancarias y no bancarias vigentes, etc.
Para poder aplicar esta técnica a la empresa es necesario que exista una trayectoria de al menos 10 años. El motivo es porque para llevarla a cabo es necesario saber datos de años anteriores para compararlos con el presente y también con predicciones futuras.
Llevado a la práctica se tiene en cuenta el resultado del año anterior, del presente y del inmediatamente posterior. Lo siguiente será multiplicarlo por un número que se sitúa entre 3 y 7.
Este método es adecuado para aquellas empresas de reciente creación que todavía no cuentan con una trayectoria a sus espaldas.
Se basa en predecir los resultados de los siguientes 5 años y traerlos al presente.
Ponerle precio a tu empresa no es tarea fácil y en ocasiones es habitual caer en errores como sobrevalorarla por causas emocionales, caer en la trampa de una eterna negociación o ofrecer poca transparencia al posible comprador.
Aunque no hayas pensado en la posibilidad de vender la empresa, su valor es un dato que debes de conocer y actualizar cada cierto tiempo.
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