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¿Te ha tocado hacer una presentación de tu proyecto y ya comienzas a sentir el miedo escénico? Quizás seas principiante en esta experiencia de hablar en público o por el contrario ya lo has hecho en más ocasiones, sin embargo hay quienes que afirman, que cuantas más veces lo hacen, más inseguros se sienten.
Como la mayor parte de las cosas en esta vida, en la planificación y preparación está la clave.
Hoy queremos ofreceros algunos consejos, que consisten en actuaciones a llevar a cabo antes del gran día. De esta forma, llegado el momento, te sentirás seguro de ti mismo y completamente preparado y motivado para ser un gran speaker.
Es totalmente normal sentirse alterado y nervioso antes de realizar una presentación en público, sobretodo si ese público es totalmente desconocido y no sabes como podrá reaccionar ante tu discurso. Es entonces cuando comienzan a surgir los miedos, inseguridades y dudas. ¿Les gustará lo que tengo que decirles? ¿Realmente valgo para esto? La respuesta es sí, y uno de los trucos a seguir, es transformar la adrenalina que sientes en una emoción positiva y motivadora. Muchas personas afirman que la repetición de un mantra positivo durante los días previos y en la propia jornada de exposición, les ayuda a ganar confianza.
Parece un tópico, pero es muy importante hacerlo varias veces en solitario antes de dar el paso de enfrentarse al público definitivo. Por lo general, solemos ser nuestros mayores críticos, por ello si practicamos nuestro discurso frente al espejo, no solo narrando todo lo que tenemos que decir, sino también fijándonos en las posturas que adoptamos, las expresiones faciales que mostramos, la forma de mover las manos, lo que se conoce como body language, podremos analizar nuestras fortalezas y debilidades, realizando las modificaciones necesarias. A algunos también les funciona practicar con un público de confianza.
Si el cuerpo se siente cómodo, la mente estará relajada y fresca para acordarse de todo lo que tenemos que decir, por el contrario, si intentamos adoptar posturas forzadas y antinaturales para nosotros, comenzaremos a sentirnos incómodos y nuestra atención ya no estará centrada en la materia.
La mente es poderosa, pero también puede jugarnos malas pasadas. Cada vez que se cruce por tu pensamiento una frase negativa del tipo, no seré capaz o voy a hacer el ridículo, paremos todo lo que estemos haciendo para respirar profundamente, inhalando aire por la nariz y exhalándolo por la boca.Con cuatro o cinco veces será suficiente.
La automotivación funciona, y a veces la repetición de una frase a través de un mantra no resulta suficiente. Piensa que las personas que asistirán a tu presentación han decidido venir a verte a ti, porque están convencidos que podrás aportarles información de valor sobre un tema que les interesa..
Seguramente todos habremos visto que en todas las presentaciones, los ponentes disponen de botellitas de agua sobre la mesa que en la mayor parte de las ocasiones nunca utilizan, pues esto es un error. La hidratación es la clave para que nuestro cuerpo y mente funcione de forma correcta y si se le puede añadir un poquito de limón al agua todavía mejor. Será una dosis añadida de vitamina C que además nos alcaliniza y tonifica las cuerdas vocales.
La expresión de nuestro rostro y cuerpo dice mucho de nosotros sin necesidad de tener que abrir la boca. Cada uno reacciona de forma distinta ante un estado de nervios o ansiedad, pero con práctica, podemos lograr una postura relajada y una sonrisa en nuestros labios. No se trata de reírnos a carcajadas, pero sí de mostrar una actitud abierta que anime al público a participar, acercarse y charlar.
Cuando nos encontramos ante un gran público, puede que no sepamos a donde mirar y nos encontremos perdidos. Por lo general las personas de las primeras filas suelen intimidarnos bastante, por ello, un buen truco es mirar hacia el final de la sala, cambiando la mirada de un lugar a otro. Si por el contrario, el público es reducido, es importante mirar a las personas a su “triángulo de seguridad” en lugar de hacerlo directamente a los ojos. El triángulo de seguridad, es el espacio que se encuentra en medio de los dos ojos y el puente de la nariz.
¿Cuál es el truco que te funciona a ti? ¡Dejánoslo en los comentarios! Si tienes alguna duda o quieres saber más sobre Novicap no dudes en contactarnos.
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