El factoring y sus ventajas

El factoring es un servicio de financiación a corto plazo que consiste en la compra de facturas de empresas por parte de otras empresas o inversores. Hay un aspecto de gran importancia que diferencia el factoring de otras formas más tradicionales de obtener liquidez (cómo los prestamos o las líneas de descuento). Se trata de que en gran parte el riesgo que determina el coste de la financiación no es el de la empresa que consigue la financiación sino el de su cliente. Esto es así ya que quien hace el pago (y por lo tanto soporta el riesgo de impago) es el cliente y no la empresa que ha obtenido financiación.

Por lo tanto, el factoring es una vía de financiación a corto plazo a considerar cuando el riesgo del cliente es menor que el riesgo de la propia empresa. Éste es un caso muy común en el mundo empresarial, en que muchas PIMES trabajan cómo proveedores de grandes empresas. El factoring no es sólo una gran oportunidad para la PIME sino también para el inversor, ya que permite obtener activos seguros, relativamente líquidos i con un rendimiento superior a activos de características similares. En definitiva el factoring permite explotar el diferencial de riesgo entre empresa i cliente, de manera que tanto la empresa cómo el inversor se benefician de ésta oportunidad de financiación

Además, es precisamente en los momentos actuales en que el factoring puede ser de más utilidad. En España el crédito por los canales tradicionales sigue siendo limitado, especialmente para las PIMES. Por lo tanto, para ellas es de gran importancia encontrar vías de financiar sus actividades, especialmente ahora que la actividad económica  se empieza a recuperar. Paradojalmente estamos también en unos tiempos de bajos tipos de interés y de dificultades para conseguir activos rentables. Así que para los inversores el factoring también es una gran oportunidad de conseguir retornos elevados con inversiones a corto plazo.