10 consejos para realizar una buena inversión en transformación digital

La transformación digital es un proceso que implica usar las nuevas tecnologías para optimizar los procesos de trabajo en la empresa y mejorar así la productividad. Conlleva, a la vez, un cambio en la cultura organizacional, pues modifica la manera habitual de trabajar.

Invertir en transformación digital es apostar por el futuro de la compañía, pero hay que hacerlo bien para que los resultados sean tan positivos como se esperan. Una buena forma de lograrlo es siguiendo los consejos que vamos a repasar en este artículo.

1. Convertir a las personas en el eje central

Son muchos los empleados que piensan que con la implantación de las nuevas tecnologías y la automatización de los procesos se van a quedar sin trabajo. Sin embargo, lo que se busca es aprovechar el talento humano en tareas de alto valor agregado y motivar a quienes tienen que realizarlas, eliminando de la jornada aquellas labores que son demasiado repetitivas o tienen escaso valor.

Esto es algo que hay que saber transmitir a los empleados (también a los directivos) para que no muestren resistencia ante el cambio.

2. Aceptar que la transformación digital lleva tiempo

Muchos nuevos negocios nacen totalmente digitalizados, pero este proceso puede ser largo y complejo para los que ya existían antes de la digitalización global de los últimos años.

La organización tiene que ser consciente de que no puede digitalizarse al 100% en poco tiempo. De hecho, la transformación digital tiene que ser planeada, invirtiendo primero en aquellos ajustes que más efectos beneficiosos tendrán.

3. Tener objetivos concretos de impacto

Esto guarda una estrecha relación con el punto anterior ya que, para planificar cómo debe ser la transformación, es importante tener presentes los objetivos que se persiguen.

No se trata de innovar por innovar, sino de hacerlo porque con ello se quiere conseguir un resultado concreto. Son las metas establecidas las que ayudarán a tomar decisiones sobre qué ajustes se pueden hacer.

4. Abordar la transformación digital a través de pequeños ciclos de cambio

Muchas empresas se dan cuenta de que se están quedando atrás en lo que a digitalización se refiere y deciden abordar el proceso a través de megaproyectos que implican cambios de gran magnitud.

Sin embargo, esto afecta de manera notable la forma de trabajar y puede generar una importante resistencia al cambio entre los empleados. Por ello, es mucho mejor hacer cambios progresivos y no demasiado grandes. Así, los empleados tendrán tiempo de adaptarse a las nuevas herramientas.

5. Hay que formar a los trabajadores

Los empleados tienen un papel trascendental en el éxito o el fracaso de la transformación digital de una empresa. Si se les dan herramientas nuevas, pero no son capaces de usarlas de forma eficiente, de nada servirá la inversión que se haya realizado.

La mejor forma de conseguir que los trabajadores se sientan a gusto con los nuevos métodos de trabajo y estén dispuestos a sacarles el máximo partido posible es que reciban una formación integral que les ayude a conocer a fondo las nuevas herramientas.

6. Es necesario contar con un liderazgo fuerte

La transformación digital es un proceso que puede generar una cierta sensación de confusión e incluso desasosiego entre los directivos, los mandos intermedios y el resto de la plantilla.

Es entonces cuando el papel de líder del CEO cobra una mayor relevancia. Será él quien se encargue de dar los primeros pasos para romper con todas las barreras que puedan existir ante el cambio, consiguiendo que sus empleados se sientan tranquilos con la situación.

7. No hay que buscar la opción más barata

Las herramientas asociadas a la transformación digital, como un software ERP, suelen ser costosas. Sin embargo, hay que tener presente que estamos ante una inversión y no ante un gasto. Con el tiempo, las nuevas formas de trabajar darán un buen rendimiento.

Es por ello que no hay que orientarse siempre hacia la opción más barata, aunque tampoco hay que decantarse por la más cara. Lo más importante es atender a los criterios de calidad, eficacia, funcionalidad y facilidad de manejo. En este sentido, contar la ayuda del CTO o del técnico informático de la compañía puede ser de gran utilidad para tomar la mejor decisión.

8. Asumir que el proceso de cambio será constante

No estamos ante algo que empieza y acaba. La tecnología aplicada al ámbito laboral está en constante cambio y evolución. Por tanto, una empresa que se involucra en un proceso de transformación digital queda inmersa en él para siempre.

9. Es imprescindible invertir en ciberseguridad

Cuanto más digitalizada está la empresa, más riesgo tiene de sufrir un ciberataque. Para rebajar el nivel de riesgo, es necesario invertir en medidas de ciberseguridad y formar a los empleados para que no sean ellos quienes abran la «puerta» a los hackers.

10. Hay que revisar el rendimiento de forma constante

No todos los sistemas funcionan de la misma manera en todos los negocios. Por eso, una vez implementados los cambios, hay que hacer una evaluación periódica para saber cómo están funcionando y valorar si todo va como debería o si es necesario hacer algún ajuste.

El camino de la transformación digital es largo y complejo, pero es imprescindible seguirlo si se quiere sobrevivir en el entorno económico actual. Por suerte, todo se vuelve más sencillo con una buena planificación.

En un entorno que evoluciona constantemente en términos de tecnología y digitalización, las empresas deberán adaptarse a estos cambios para evitar su desaparición.

Uno de los pilares fundamentales de esta transformación será la adaptación del departamento de finanzas, cuyas inversiones y estrategias deberán contemplar la evolución tecnológica como parte de su planificación.