Análisis del acuerdo del Brexit

El 26 de junio de 2016, los británicos decidieron abandonar la Unión Europea. Pero su salida no ha sido ni fácil ni rápida, han sido necesarios cuatro años para que el “divorcio” sea totalmente oficial. Y, como si de una separación conyugal se tratara, los ahora ex han firmado un acuerdo que regirá sus relaciones de cara al futuro.

El Brexit: cuatros años de duras negociaciones

Al final, ninguna de las partes ha conseguido del todo lo que quería, pero la Unión Europea se queda con la sensación de haber salvado los muebles, dejando a Reino Unido en una situación algo peor que cuando formaba parte del club europeo. Se espera que este hecho sirva, a su vez, de medida disuasoria para que otros Estados no decidan iniciar el mismo camino que los británicos.

Han sido cuatro años de duras negociaciones de las que ninguno de los implicados sale del todo contento, pero tanto en el acuerdo firmado a principios de 2020 como en el de finales de año se ha conseguido tratar temas de vital importancia, para Reino Unido y para el resto de países que siguen formando parte de la Unión Europea.

Comercio libre de aranceles

Desde el 1 de enero de 2021, Reino Unido está fuera oficialmente del mercado único. Esto quiere decir que cada vez que las empresas británicas quieran exportar productos a países de la Unión, tendrán que afrontar más burocracia y unos trámites más largos. Exactamente lo mismo ocurrirá con las empresas radicadas en la UE que quieran enviar sus productos a territorio británico.

Lo que no se aplicará serán aranceles ni ningún tipo de tarifa o cuota máxima con respecto a los volúmenes o las unidades que se pueden exportar. Con esta medida, la Unión Europea busca garantizar una competencia lo más justa posible a nivel europeo.

En cuanto a la prestación de servicios, los profesionales que quieran ahora ejercer en Reino Unido lo van a tener un poco más complicado. Necesitarán contar con pasaporte para entrar en el país y sus cualificaciones profesionales no serán reconocidas de forma automática.

Acuerdo transitorio para la pesca

Este era uno de los temas más delicados a tratar. A fin de evitar la ruptura de las negociaciones, se decidió establecer un régimen transitorio que estará en vigor durante 5 años, lo que otorga un tiempo que debería ser más que suficiente para establecer un acuerdo a largo plazo.

Por el momento, ambas partes se reconocen el derecho de acceso recíproco a las aguas de la otra. De cara al futuro, la intención de Reino Unido es reducir las cuotas de pesca europeas entre un 60% y un 70%.

Adiós al libre acceso a los servicios financieros

Reino Unido es una potencia mundial a nivel de finanzas y cuenta con un potente sector bancario que, sin embargo, desde el pasado 1 de enero, ha quedado prácticamente fuera de juego a nivel europeo. 

En el nuevo escenario rige el sistema de equivalencia. Esto quiere decir que los bancos, aseguradoras y entidades financieras que tengan su sede en Reino Unido solo podrán acceder al mercado europeo si garantizan que tienen unas reglas internas tan sólidas como las que se aplican en el seno de las entidades que pertenecen a la Unión Europea. Será Bruselas la que determine si existe o no dicha equivalencia.

Colaboración en materia de cambio climático

Los dirigentes británicos son conscientes de que el cambio climático es una realidad contra la que todos los Estados deben luchar a la par, y por ello, el país se ha comprometido a respetar todos los compromisos que guardan relación con el Acuerdo de París para conseguir un entorno más sostenible.

Muy relacionado con el cambio climático está el sector energético. En este sentido, Reino Unido ha dejado de formar parte del mercado único energético y de la Comunidad Europea de Energía Atómica, así que no podrá vender material ni tecnologías nucleares dentro de la Unión Europea.

Se acabó la libre circulación

A partir de ahora, los ciudadanos británicos necesitan un pasaporte para viajar a los países de la Unión Europea, y lo mismo ocurre al contrario. Si además la estancia es superior a los 90 días, dentro de un plazo total de 180, será necesario contar con visado.

Las limitaciones de circulación también afectan a la circulación de mercancías y a los vuelos directos, aplicándose ciertas restricciones que inciden directamente sobre las empresas más que sobre los ciudadanos.

Aunque muchos creen que la separación entre la Unión Europea y el Reino Unido no es precisamente una buena decisión, coinciden en que el acuerdo alcanzado es la mejor opción posible ante una situación tan difícil como esta.