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Hablamos con un experto de la industria financiera, en inversiones y asesoramiento, Martín Huete. Hace ya unos años que éste cambió la comodidad en su trabajo para lanzarse hacia una nueva aventura para intentar cambiar el sistema financiero tradicional y, más en concreto, la industria de servicios de inversión.
Siendo uno de los pioneros en romper las barreras que las entidades tradicionales constantemente han ido estableciendo, nos cuenta su opinión y punto de vista hacia las nuevas formas financieras que hoy en día luchan por dominar el sector.
Ante el alto nivel de volatilidad en los mercados de renta variable y el bajo nivel de los tipos de interés, cada vez más inversores están buscando otras clases de activos que puedan añadir un mayor valor, como por ejemplo pueden ser las inversiones que se están produciendo en private equity, en cualquiera de sus tres fases características.
En todos los sectores se está produciendo una auténtica revolución digital y la digitalización de la economía ya es un hecho imparable, por mucho que algunos no lo quieran ver, sí que es normal que la inversión en startups tecnológicas esté creciendo tanto y más que crecerá en los próximos años.
Si definimos las fintech como empresas que rediseñan diferentes aspectos de los servicios financieros, creando modelos de negocio que tratan precisamente de ser lo contrario de lo que en muchas ocasiones nos ofrecen actualmente los bancos; es decir, eficaces, simples, baratos y transparentes; todo ello a partir de las posibilidades tecnológicas que existen actualmente, creo que su evolución va a ser imparable, sin lógicamente olvidarnos de las dificultades que también tienen estas nuevas iniciativas, como las altas necesidades de inversión en branding y el terrible Síndrome de Estocolmo Bancario que sufre la sociedad española.
Está claro que en la época reciente no es que les hayan apoyado mucho precisamente, ahora que parece que el crédito vuelve, vemos muchos anuncios de los bancos ofreciendo este producto, pero desde luego la desintermediación bancaria en el aspecto de financiación para las pymes es un elemento sin duda dinamizador para la economía. Como en una ocasión en que escuché como reproche a los bancos: “Donde estabas entonces…”
De manera indirecta las iniciativas como Novicap redundará sin duda en un beneficio para la economía, al ser un elemento de dinamización para las Pymes, ya que les permitirá encontrar alternativas de financiación fuera del circuito bancario, y también para los inversores al contar con un activo más en el que poder invertir.
Los bancos tienen un grave problema y lo peor es que muchos de ellos no se han enterado todavía. Su mayor problema es que hoy por hoy es imposible cambiar su ADN. Además los actuales directivos no parecen estar muy por la labor de acometer los cambios que sin duda necesitarían. Algunos se adaptarán y otros sencillamente desaparecerán.
«Algunos bancos se adaptarán y otros sencillamente desaparecerán»
Sin ninguna duda. El problema es que también las Pymes sufren ése Síndrome de Estocolmo Bancario y algunas de ellas hasta siguen pensando que financiarse fuera de los bancos es un estigma.
Desde Septiembre del año pasado vengo colaborando con Axon Partners Group en el desarrollo de Finizens, que está tan solo pendiente de la autorización definitiva de la CNMV para constituirnos en Agencia de Valores. Nosotros con Finizens queremos democratizar las inversiones y hacerlo accesible a todo el mundo creando un gestor automatizado basado en un asset allocation global, adaptado a los diferentes perfiles de riesgo, instrumentado en fondos índice, sin mínimos de inversión y 100% digital. Con ello queremos desmontar las mentiras de una industria dominada por el oligopolio bancario y hacer ver que existe una forma de invertir muchísimo más eficiente y sencilla.
Sin duda vendrán más iniciativas como ya está pasando en otros países. Cualquier actividad de un banco, tanto en su activo como en su pasivo, es susceptible de ser abordada por iniciativas FinTech y no olvidemos que el volumen de los servicios financieros es la mayor de las industrias a nivel global.
Sobre todo, yo veo mucho futuro en el desarrollo de productos y servicios de activo, pasivo y de inversión, específicamente dirigido a las nuevas generaciones que no pisan una sucursal y que no sufren el síndrome que sí tienen sus padres.
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