Anticipo a proveedores: definición y aspectos clave

Un anticipo a proveedores consiste en un pago por adelantado que realiza una empresa a su proveedor con el fin de cubrir parte o el total del importe de una futura compra.

Se trata de una práctica muy habitual y suele ser un recurso utilizado por las PYMES y los autónomos para poder sufragar los costes de su actividad y asegurar los recursos económicos y materiales para cubrir los pedidos de sus clientes. 

De esta manera, el cliente también se asegura el suministro ya que, al realizar el anticipo, la empresa obtiene un derecho de adquisición de la futura mercancía o servicio. El proveedor, al ingresar el anticipo, se compromete a hacer efectivo el pedido.

Aspectos clave

Como se ha mencionado anteriormente, el anticipo puede cubrir parte o la totalidad del importe de la compra. 

• En el caso de pagar la totalidad del pedido por adelantado, una vez recibida la mercancía no será necesario abonar ningún importe.
• En el caso de que se trate de un adelanto parcial, en el que el cliente paga solamente una parte de la factura final, cuando el producto sea entregado, se tendrá que abonar la cantidad restante en la entrega. En determinadas ocasiones también se podrá realizar el pago del importe pendiente al fin del período posterior a la entrega marcado por las condiciones de pago. 

Es importante destacar que cualquier anticipo debe estar sujeto al IVA correspondiente y que la base imponible consistirá en el importe del anticipo. 

En el balance de la empresa, este anticipo contará como un activo hasta que se efectúe la entrega, puesto que conforma un derecho de la empresa a recibir un producto o servicio o, en caso de que este no sea entregado, el derecho a cobrar su devolución.

Al no tratarse de una compra como tal, el trato contable que recibe el anticipo es algo diferente. A continuación te contamos cómo contabilizar un anticipo a proveedores.

¿Cómo contabilizarlo?

En primer lugar, es importante conocer las cuentas que intervienen en el asiento del anticipo:

• 407 – Anticipos a Proveedores. Se trata de una cuenta de activo que reunirá todos aquellos anticipos de pedidos que aún no han sido satisfechos. 
• 472 – H.P. IVA soportado. Cuenta en la que se añaden todos aquellos importes del IVA soportado en adquisiciones y anticipos.
• 572 o 573 – Bancos. Cuentas que incluyen todos los movimientos en los que han intervenido cuentas bancarias, tanto en euros (572) como en moneda extranjera (573).

Para poder visualizar de una manera más sencilla el asiento a efectuar, propondremos un ejemplo:

Una empresa realiza un anticipo a un proveedor de 1.210€, siendo el precio del pedido 1.000€ y el importe del IVA del 21%, 210€. 

En la columna del DEBE, irán las cuentas 407 y 472, mientras que en el HABER añadiremos la cuenta 572 – o la 573 en caso de pago en divisas -.

Una vez contabilizado, el asiento se cancela en dos supuestos:

• Cuando el pedido ha sido entregado y se puede contabilizar como compra.
• Si el proveedor no ha podido entregar el pedido y efectúa la devolución del importe anticipado.

Una vez el pedido haya sido entregado, el asiento a realizar traspasará la cantidad ingresada en la cuenta 407 a la 600 – Compras. El IVA, por su parte, ya se habrá añadido en la cuenta correspondiente desde el principio, así que no será necesario moverlo.

El asiento final, teniendo en cuenta el ejemplo propuesto, será el siguiente:

El anticipo a proveedores puede ser un recurso útil tanto para la empresa que realiza el pedido como para el proveedor, ya que de esta manera se asegura el suministro y la mercancía cuenta con los recursos necesarios para ser producida. 

Anticipo de facturas

Además del anticipo a proveedores encontramos otro tipo, que se realiza una vez entregado el producto pero antes de la fecha de vencimiento, el anticipo de facturas.

El objetivo de anticipar el pago al vencimiento de la factura es el de obtener un descuento por pronto pago. 

Dado que el proveedor recibe el dinero antes de la fecha pactada, su liquidez aumenta y se reducen las posibilidades de sufrir las tensiones de tesorería habituales que provocan los pagos a 60, 90 o 120 días.

Por su parte, el cliente, a pesar de abonar antes el importe del producto, recibirá un descuento por la adquisición de la mercancía, que resultará en un mayor valor de la compra.

Tanto si se realiza el pago antes de recibir la compra como si se abona una vez entregado el producto pero antes del vencimiento, un anticipo mejorará la relación comercial entre el cliente y el proveedor y permitirá a ambos sacar más beneficio de la transacción.