(+34) 900 861 374 Lun-Vie: 8:00 a 18:00
Dentro del balance general de una empresa encontramos el patrimonio neto, conformado, entre otros, por el capital social y las reservas.
Las reservas son aquella parte de los beneficios de la empresa que, al cierre del ejercicio, se incorpora al capital de la empresa y no se reparte entre los socios.
Podemos encontrar tres tipos de reservas:
En este artículo nos centraremos en las reservas voluntarias, cuya principal finalidad es incrementar el patrimonio neto de la empresa.
Al retener una parte del beneficio e incorporarlo al capital de la empresa, los socios están realizando una autofinanciación de la empresa con sus fondos propios, sin tener que recurrir a préstamos o créditos. De esta manera, la empresa contará con más recursos económicos para cubrir posibles pérdidas o financiar proyectos futuros.
Es importante destacar que su retención se realizará siempre después de la de las reservas obligatorias y las estatutarias, y todas ellas se aplicarán después de la ejecución del resultado.
Al inmovilizar una parte de los beneficios y retenerlo para su incorporación al capital de la empresa, este dinero no será repartido entre los socios ni utilizado para financiar proyectos inmediatos. Esto conllevará un coste de oportunidad para la empresa, limitando sus opciones financieras.
Si no viene determinado por los propios estatutos de la empresa, tomar la decisión de reservar parte del beneficio debe ser el resultado de un proceso de análisis por parte de los socios de la compañía. Tanto para ellos, que no recibirán el mismo dividendo, como para la empresa, supondrá un coste financiero.
Si una empresa incorpora en su política financiera el constituir reservas voluntarias a cada ejercicio, esto puede suponer un obstáculo para su desarrollo en el mercado de acciones, ya que los dividendos a repartir al final de cada ejercicio serán menores. Para los accionistas puede suponer la diferencia entre invertir en dicha empresa o en otro proyecto.
Es por ello que, para decidir constituir reservas voluntarias, debe realizarse un análisis previo considerando el entorno, la situación del mercado, la futura estrategia de la empresa y su situación económica.
En esta guía hemos recopilado 10 recomendaciones esenciales para optimizar tu flujo de caja durante una crisis de liquidez.
OPTIMIZAR TU CASH FLOW
GUÍA DE FINANZAS
Según el Plan General Contable, las reservas voluntarias se contabilizarán en la cuenta 113, dentro del Grupo 1 – Financiación Básica.
El asiento de contabilización de reservas voluntarias es muy sencillo e intervienen solamente dos cuentas:
Como hemos visto, las reservas voluntarias pueden ser una buena opción de autofinanciación para la empresa, pero su retención debe ser considerada detenidamente por los socios con el fin de no interferir en la estrategia de la compañía.
Muchas veces, para la planificación financiera de una empresa, puede ser mejor opción recurrir a financiación externa que hacerlo con los fondos propios de la misma. El tipo de financiación por el que opta una compañía determinará su evolución en los próximos años, por lo que deberán considerarse todas las opciones disponibles.
¿NECESITAS AYUDA?
VISITA NUESTRA PÁGINA DE RECURSOS Y EXPLORA GUÍAS PARA MEJORAR LA TESORERÍA DE TU EMPRESA