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Un microcrédito puede ser uno de los mejores instrumentos de financiación en el caso de préstamos para empresas.
Por lo general, un microcrédito es similar a una operación de préstamo pero con características especiales. Una de las más atractivas es la ausencia de avalistas que garanticen la operación mediante su garantía personal o a través de un bien real. Por la contra, el requisito fundamental para su concesión, es la presentación de un proyecto de calidad y con alta viabilidad económica.
El importe máximo a conceder mediante una operación de microcrédito es de 25.000€.
La mayor parte de entidades financieras y bancarias tradicionales, cuentan en su listado de productos financieros, con los microcréditos.También a través de varios organismos públicos gestionados a nivel comunitario como el ICO, se pueden solicitar.
Los microcréditos, han conseguido dinamizar ciertos sectores económicos gracias a permitir el desarrollo de proyectos, que sin este tipo de financiación, serían imposibles.
Analicemos los factores que hacen al microcrédito una operación financiera distinta de todas las demás:
Esto quiere decir, que gracias a la existencia de este instrumento financiero, se garantiza el acceso al crédito en condiciones de igualdad, independientemente de la escala social a la que pertenezca el solicitante y el sector al que esté orientado el proyecto.
Esta es la característica que más lo aleja de las operaciones de préstamo o crédito tradicionales, en las que se realiza un estudio profundo acerca de la capacidad de reembolso de los participantes, además de la exigencia de garantías mediante avales.
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Esta digamos que es la característica estrella de los microcréditos, en la mayor parte de las operaciones de crédito o préstamo indispensable para su concesión. Al no exigirse avales, un mayor número de propuestas pueden solicitar esta operación.
Por otra parte, la existencia de períodos de carencia (en los que solo se amortizan intereses), es algo habitual en los microcréditos. Esto es lo que facilita la puesta en marcha e inicio del negocio
Esto quiere decir que aun a pesar de cumplir todos los requisitos necesarios para la obtención de un microcrédito, se realiza un estudio bastante profundo acerca del perfil de los solicitantes y su relación con el sector de actividad del proyecto. También se profundiza más la investigación, en aquellos casos de colectivos vulnerables, si el plan de negocio no funciona.
Por ello es fundamental presentar un buen plan de viabilidad y de rentabilidad.
Por lo general, 25.000€ suele ser la cantidad máxima que se concede con este tipo de operación.
Sin embargo, hay que tener siempre en cuenta que, un microcrédito es un operación de crédito que aunque tenga condiciones especiales y favorables, también tiene unas exigencias. Esto quiere decir que el dinero prestado habrá que devolverlo a un tipo de interés determinado y en un plazo de tiempo pactado.
Cualquiera que cumpla las características expuestas, puede solicitar esta versión de microcrédito, desde autónomos, emprendedores con poca capacidad económica, pequeños empresarios y hasta personas en situación de desempleo.
Las Entidades concesionarias de los microcréditos en nuestro país, están detectando un nuevo perfil de solicitantes que corresponde a los inmigrantes y también personas mayores de 45 años con baja capacidad formativa.
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